11. Presente

179 30 1
                                    

Todo respecto a la noche anterior había sido inesperado. Su cita con Dan había sido la mejor cita que hubiera tenido y el desarrollo de las cosas, había sido sorpresivo. Jaekyung ya no tenía ninguna duda de que estaba jodido. No solamente se había rehusado a follar a Dan en un baño público y así descargar el deseo de ambos, sino que además la forma en la que habían estado juntos, había sido algo completamente nuevo y diferente.

En todos sus años de actividad sexual jamás había experimentado la necesidad de adorar a alguien como lo hizo con Dan, jamás había sentido esa cosquilla en el estómago ni el corazón tan acelerado que pudo haber abandonado su pecho; pero así había sido.

Lento, sin prisa, delicado. Justo como Dan. Tierno y sin perder ese lado excitante que lo envió tan lejos como fue posible.

Amanecer enredado en el cuerpo menudo y caliente del chico había sido simplemente la gloria, y estuvo muy seguro que si hubiera accedido a ello con cualquier otra persona, no hubiera sido ni un gramo de perfecto como lo fue despertar al lado de Dan.

Había algo en la calidez de su piel, el aroma de su cabello, y los pequeños y graciosos ruiditos que hacía al dormir, que le hicieron sentir que no había otra forma de llevar las cosas. No hubiera podido en el infierno despertar sin él en sus brazos después de haber hecho el amor, porque Jaekyung estaba muy seguro de que eso era lo que habían hecho; de otra forma no hubiese podido explicar los sentimientos despiertos, la pertenencia formándose inevitablemente en su cuerpo y corazón, la forma tan entregada en la que llevó a Dan a un clímax que casi los deja sin oxígeno para seguir viviendo.

La pregunta era: ¿cómo demonios pasó?

Pasaron de ser dos extraños que se atraen, a ser dos personas que parecieron haber sido creadas para pertenecerse. Dos semanas de conocerse parecía un chiste si lo pensaba con detenimiento. Y era una locura, Dan estaba saliendo de la adolescencia y él ya era un hombre con experiencia y una vida profesional fructuosa. ¿Por qué él y no alguien más maduro? ¿Era acaso que sus fetiches estaban bordeando la línea y él no estaba notándolo?

Todo ese tiempo de sentirse como un completo bastardo por sus gustos estaba quedando difuminado en el bello cuerpo que se aferraba a él. Tan confuso como perfecto. Y el resto de tiempo que estuvieron juntos en su casa antes de salir había sido igual, sin mencionar la forma fluida en la que ambos se movían juntos, como si la inercia estuviera instalada en medio de los dos, haciéndolos tirar para el mismo lado sin poder evitarlo.

Durante el trayecto a la casa de Dan, Jaekyung se preguntó si era buena idea presentarse ahí dando a entender que era la pareja del chico, o que al menos había algo entre ellos, porque pese a que le había dado la carta abierta para que él pusiera nombre a lo que tenían, definitivamente no quería lidiar con su ex prometido y su esposo.

Y esa era una parte que aún le intrigaba, ¿qué relación tenían exactamente con Dan que se sentían con el derecho de opinar acerca de su vida íntima de forma tan autoritaria? Aún así se resignó al instante que salieron del auto y sus manos se prendieron con naturalidad, encaminándose al departamento.

Al abrir la puerta el olor a huevo frito se mezcló con el olor característico de Dan. Jaekyung no había estado ahí antes, pero podía notar un dejo del aroma que había absorbido de su piel y su cabello.

Ambos se quitaron las chaquetas y las dejaron en el perchero de la entrada para después darse un beso corto, como una pareja normal. Eso le dejó una sonrisa en los labios, hasta que se giró encontrándose con la expresión exagerada de Jooha. Estuvo a punto de rodar los ojos por la reacción del tipo cuando Dan había intervenido de forma tajante, queriendo cortar la clara tensión en el ambiente.

Tender Love | Jinx ©Where stories live. Discover now