Trás un par de horas en las que tuvieron que detener a Dave de querer besar a Junior unas 20 veces, Nick y Marty decidieron salir a investigar quién pudo haber enviado el reloj, dejando a un indefenso Ellefson a solas con un hambriento Mustaine.
Sentado en el comedor, ingiriendo algo de café, David intentaba fijar su atención en la revista que tenía enfrente... Y no en la intensa mirada de Dave recorriendo descaradamente sus facciones faciales.
Cansado, David le devolvió la mirada a Dave.
-¿Qué se supone que haces? -preguntó.
-Contemplo tu belleza -respondió, mientras recargaba su mentón en la palma de su mano y esbozaba una media sonrisa. El ojimiel le dedicó una mirada que dejaba entrever su incomodidad.
-Dave, por favor, ya basta -pidió, casi implorando-. ¿Esto es una broma? Porque déjame decirte que no es nada divertido.
-¿Por qué dices eso? Ya te dije que en serio te amo-quiso colocar una de sus manos por encima de la de Junior, pero este la rechazó-. Te amo, Junior, ¿Por qué no me crees?
-Porque sé que no es verdad, idiota, ¡Estás hipnotizado! -voceó, notoriamente harto-. No estás enamorado de mí, solo crees que lo estás.
Dave lo miró confundido, como si no entendiera de lo que estaba hablando, y su mirada de confusión poseía un toque de tristeza, a causa de las palabras del ojimiel.
-... Tal vez tengas razón -dijo luego de unos segundos de silencio, y David lo observó rápidamente-. Creo que sí hay algo que está hipnotizándome...
David abrió los ojos en grande, ¿De verdad lo había aceptado tan rápido?
-Y son tus hermosos y perfectos ojos sumergidos en la más dorada y sabrosa miel...
David lo miró en silencio, y suspiró.
Sería un largo día.
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Pasadas las horas, Nick y Marty finalmente llegaron a casa, desanimados, pues no habían logrado averiguar nada, además de que los habían llamado locos por estar hablando de cosas absurdas como hipnosis y relojes mágicos.
Cuando llegaron, lo primero que visualizaron al ingresar a la sala fue a David dormido en el sofá junto a un muy feliz Dave, quien, sin ningún problema, permitía que el ojimiel descansara su cabeza sobre su hombro. El dúo intercambió miradas. Tal vez no tenían porqué apurarse en encontrar una solución, y-
Un momento, ¿En qué estaban pensando? Por supuesto que tenían un "porqué", e incluso este tenía un nombre, y ese era Pamela.
Fue entonces que a Nick se le prendió el foco.
-Marty, ¿Crees que Dave reaccione si ve a Pam? -preguntó, a lo que el ruloso apartó la vista del otro par para así fijar su atención en el baterista-. Tal vez, si ve a la mujer de la que está enamorado en realidad, pueda olvidarse de Junior y volver a la normalidad.
