Gracias - PapuFresco

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Después de aquella tarde de brownies mágicos, me quedé a dormir en casa de Army al igual que el resto. Su mamá no regresaría hasta el domingo, y claro, tampoco estaba enterada de esto.

Fue la primera vez que vi a Luis viajado, me sorprendí de que aceptara, pero bueno, mis amigos ya comenzaron a corromperlo.

Da igual, un alma más corrompida en este mundo de porquería. Tal vez así me haga un favor y se suicide.

Estuvo jodiendo más de lo normal conmigo, pero debido a lo pacheco que andaba, logré aguantarlo sin asesinarlo en el proceso.

Me preguntó porque me caía tan mal, ni yo supe que responder, porque la verdad no sé, solo no me agrada y ya. Punto. No necesito andar dando explicaciones.

Estaba ahora en mi casa con shitposter, mamá estaba aquí pero permanecía dormida en su habitación, entonces no sabía que alguien más estaba conmigo.

— Hermano, si aceptas ver esa película conmigo, te daré una torta de salchicha

— No.

— Bueno, entonces te doy.... una torta de salchicha

— No.

— ¿Por qué no? >:(

— Porque no, esa película es demasiado gayzzz, nada fachera

— Para ti todo es gay, pinche amargueitor

— ¡Claro que no!, solo que lo gay es gay, y a mi no me gusta lo gay.

— Decir que no te gusta lo gay, es gay, Miguel

Rodé los ojos como es mi costumbre, y me metí un puñado de palomitas a la boca, estábamos eligiendo que película ver, Mateo (osea shitposter), quería ver la película de los sirenos esos GayzZz, mientras que yo quería ver una película más basada como Sherk o Rápidos y Furiosos.

Finalmente hicimos un piedra papel o tijera y gané yo (con algunas trampas, pero son solo detalles).

Estuvimos mirándola un rato, hasta que llegó a la mitad y mi mamá comenzó a hacer ruido. Me alarme, a ella no le gustaba que tuviera visitas y mucho menos si es sin su permiso.

Puse las palomitas que quedaban en mi mesa de noche, y asustado hice que Shitposter se pusiera de pie.

— ¡Mamá ya despertó, seguro viene para acá!

— ¿Y...? —Se le veía confundido, lo miré mal y le explique rápido la situación. A casi patadas termine sacándolo por la ventana, escuché un quejido por parte de él, me asome para asegurarme de no haberlo matado y únicamente recibí un pulgar arriba en afirmación de estar bien. Pero estaba medio muerto ahí tirado en el piso.

Aunque me hubiese encantado ir a ayudarlo y después burlarme de él,  mi madre abrió la puerta.

— ¿Qué estás haciendo? —Estaba muy despeinada, tenía el maquillaje un poco corrido y un vestido desarreglado.

El tipo de ayer ya no estaba, supongo que se marchó antes de que yo llegara.

— Estaba viendo una película —Intenté no mostrarme nervioso, pero su mirada tan profunda y penetrante no me dejaba en paz, tomé asiento en mi cama otra vez.

— Escuché otra vez aparte de la tuya, Miguel, no estoy pendeja —Se aproximo a mi, sentí mi mejilla arder. Mierda...

— Era la tele, madre, no había nadie —Me miró de manera molesta, tenía miedo, ella me daba miedo, hacia que sintiera ganas de querer morir.

Me preocupaba que ella supiera todo, quiero decir, aveces siento que tiene un pacto con el Diablo o algo así, porque de uno u otra forma termina sabiendo lo que hago.