- Yo soy la reina de la Mafia Rusa.
La vida da muchas vueltas, giros inesperados y finales que a la mayoría no les gusta, creían conocerla pero ella solo mostró lo que ella quería que vieran de ella.
Cassandra que por los horrores de su pasado será...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
CASSANDRA ODIABA LOS HOSPITALES, NO SOLO POR los malos recuerdos, si no también porque las inyecciones eran su debilidad.
En la habitación entro Woo Bin junto a los demás. - ¿Cuándo podré irme? - preguntó ella impaciente.
- ¿Ya quieres irte? Tienes infectadas todas las heridas, te rompieron las manos, ¿Qué más te hicieron Cass? - preguntó Jughead.
Ella desvió la vista de todos, le daba vergüenza contestar aquella pregunta.
- Me hicieron sufrir, es todo lo que diré. - contestó ella.
- Te hicieron estudios, no hemos abierto los resultados. - habló Woo Bin.
- Queremos tu consentimiento para abrirlos. - dijo Ji Hoo sentándose en la orilla de la cama.
- Me violaron muchas veces, por eso mi ropa estaba rota. Ellos merecen morir. ¿Dónde están? - preguntó.
- Jones y yo nos encargamos de ellos, no te preocupes. - contestó Woo Bin.
- ¿Jan Di y Jun Pyo...?
- En la otra habitación. - contestó Yi Jeong.
- Jones, cuando salga de aquí, iremos a ver a la familia de Jan Di y luego a la directora Kang.
♤....♤
- Me alegra mucho conocerla - le dijo la rubia a la mamá de Jan Di.
- El gusto es nuestro, la reina de la mafia Rusa en nuestra humilde casa, es todo un honor que esté aquí. - contestó.
- Sin tantas formalidades, dígame Cassandra, vine aquí porque me enteré de la situación económica por la que están pasando, así que vengo a ayudarlos. A su esposo le puedo conseguir un buen trabajo que sea bien pagado y un puesto alto, además de una casa más grande y una buena educación para su hijo menor.
- Eso suena realmente bien.
- Por supuesto que no. - habló su esposo. - si tengo que conseguir algo lo haré por mi propia mano, no quiero de su ayuda.
- Discúlpenme si lo ofendí, lo entiendo, y ojalá hubiera más personas como usted, me paso a retirar y si necesitan ayuda, no duden en llamarme. - Cassandra le entregó una tarjeta con su nombre y número de teléfono.
- Lo tomaré en cuenta. - contestó el hombre.
- Jones hora de irnos - habló Cassandra para luego salir de la casa de Jan Di.
