- Yo soy la reina de la Mafia Rusa.
La vida da muchas vueltas, giros inesperados y finales que a la mayoría no les gusta, creían conocerla pero ella solo mostró lo que ella quería que vieran de ella.
Cassandra que por los horrores de su pasado será...
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HABÍAN PASADO 6 LARGOS MESES EN LOS QUE nadie sabía del paradero de la Reina de la Mafia Rusa y tampoco lo sabían de Gu Jun Pyo.
Los demás pensaron en que ambos tenían mucho trabajo como para contestar el teléfono, no se equivocaban, Cassandra estaba en medio de una guerra sin cuartel en Italia desde hace 5 meses.
Por suerte hace una semana esa guerra había terminado cuando la misma policía terminó con la vida de uno de los jefes qué manejaban aquella mafia.
- De vuelta a Corea, ¿Cómo te sientes Cass? - preguntó Jughead.
- De la mierda. - contestó ella mirando cualquier cosa que se atravesara en su campo de visión.
Jughead suspiro rendido, hace unos meses había ido al hospital y se enteró que las heridas de sus manos serían permanentes, sus manos sanarian pero jamás podría volver a golpear algo con fuerza, tenía que abandonar el arte del boxeo para siempre.
Eso había rotó el corazón de Cassandra, estaba molesta consigo misma y se sentía inútil.
- ¿Esta bien si vamos a ver Yi Jeong y que los demás se reúnan ahí? - preguntó Cassandra desanimada.
- Por supuesto - Jughead subió de piloto en la camioneta y Cassandra de copiloto, miraba por la ventana tristemente.
Al llegar a casa del alfarero ella se metió para encontrar al alfarero trabajando en una nueva pieza. Se sorprendió al ver a su amiga y amigo, rápidamente se levantó, limpió sus manos y fue hasta ellos para abrazarlos.
- Cass, que gusto verte - habló feliz de tenerla ahí.
Pero ella no desbordaba la misma emoción, Yi Jeong lo notó al instante, miró a Jones esperando una respuesta, hasta que fue la misma Cassandra la que contestó.
- ¿Recuerdas... Cuando fui secuestrada? - él asintió. - mis manos quedaron totalmente rotas... Hace unos meses el dolor era insoportable así que fui al médico y dijo que sanarian con el tiempo pero... Jamás podría volver a boxear...
Yi Jeong la miró con tristeza, así que simplemente la abrazó, ella dejó caer todas las lágrimas que por meses había aguantado, se sentía muy vulnerable pero sabía que estaba bien serlo de vez en cuando.
Al volver a Corea se sentía segura. Se podía decir que era su lugar seguro, en el cual podía ser ella misma si te os a ser juzgada, fueron tan solo unos minutos para luego tener al resto de los F4, Jan Di y Ga Eul.
- ¿Dónde está Jun Pyo? - preguntó Cassandra mirando a todos.
Ji Hoo suspiró - Poco después de que te fueras el padre de Jun Pyo falleció, y tuvo que irse a Estados Unidos, actualmente está en Macao.
- ¿Cómo fue que no te enteraste? - preguntó Woo Bin.
Jughead y Cassandra se miraron entre sí. - Tienes que decirselos. - habló el chico a su lado.
