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— / ₀₆ / ₀₄ /₂₀₂₃ / —

— Después de ese horroroso suceso del día anterior Beomgyu solo pudo activar diez alarmas para que la hora de recoger a su bebé no se pasara ni un segundo, cómo todos los días debía irse a trabajar, es por eso que ahora el pelinegro de mechitas plata estaba en toalla recién salido de la ducha. Para su sorpresa tocaron el timbre de su puerta de manera inesperada pues no recordaba conocer a nadie allí o haber invitado a alguien, así que abrió sin más llevándose una gran sorpresa.

—Hola belleza— Sonrió dejando ver sus blancos dientes.

—¿Quién te dió mi dirección?— Abrió sus ojos con algo de enojo.

—Traje unos regalos, ¿Puedo pasar?— Le vió de arriba abajo para divisar mejor sus atributos.

—Claro qué no— Intentó cerrar la puerta.

—Gracias por la cortesía— Entró con dos chicos más los cuales traían cuatro cajas.

—Pero— Musitó en shock por el comportamiento del alto.

—Pueden irse— Les indicó el pelinegro cerrando una vez así la puerta.

—Yeonjun, te pediré que te largues de mi casa— Intentó abrir la puerta nuevamente pero este rodeo su cintura.

—Te diré porqué eso no es posible ahora— Acercó su rostro.

—Habla— Gruñó por su acto.

—Afuera— Besó su cuello estremeciendolo —Está— depósito otro beso en su mentón —La policía — Besó su cachete — Y parece que arrestaron a Bang —Besó su otra mejilla—Y si habla estoy muerto— Depósito un beso en los labios contrarios.

—¡Sueltame!— Reclamó apartándose del alto.

—Cómo sea— Sonrió victorioso —Pero mejor abre los regalos — Alzó sus cejas.

—Debo cambiarme, si no te importa— Se dirigió a la habitación para luego azotar la puerta.

—Yeonjun era algo atrevido y Beomgyu no podría dejar de pensar qué era solo un delincuente qué porsupuesto acababa de demostrar que besaba muy bien y maldita sea se culpaba tanto por no apartarse antes pero la respuesta era clara, estaba sintiendo algo, algo que no podía permitirse con ese evasor de la ley.

—¿Te comió el closet dulzura?— Gritó apoyado en el mesón de la cocina.

—Muy gracioso, pero para mí infortunio no— Tomó asiento en el suelo dónde estaban las cajas.

—¿No está el pequeño?— Preguntó mientras lo buscaba con la mirada.

—Está en la guardería, hoy tenían excursión— Aclaró.

—Tienes mucha suerte, es un bebé muy lindo— Sonrió.

—Gracias— Devolvió la sonrisa —¿Me dirás que es todo esto?— Señaló las cajas.

—Descubrelo— Agitó sus manos.

—Beomgyu destapó la primera caja percatandose qué contenía juguetes, estaba llena hasta arriba. La segunda traía lo mismo así que se ahorró revisarla mucho.

—Malcriaré a Gwoonie sí le doy todo esto— Masajeó su cién.

—Es un niño, merece tener una infancia colorida— Calmó el alto.

—Supongo qué sí—Suspiró fuertemente.

—Al destapar la siguiente caja pudo divisar una mochila nueva y en la otra lo qué parecía ser una consola de videojuegos.

—Yeonjun, esto es mucho y con mi sueldo jamás lograría pagarlo— Se levantó para estar más cómodo.

—Es un regalo— Se alzó de hombros.

—Por eso, no puedo aceptarlo— Aclaró.

—¿Una razón en específico?— Alzó su ceja.

—No creo que logres encontrar lo que quieres en mí— Aplanó sus labios.

—Ese debería ser mi problema , ¿No creés?— Preguntó. —Además los regalos son para tú niño, deja que los disfrute— Sonrió.

—Enserio muchas gracias— Bajó su mirada.

—Nada de eso, lo hago con todo el gusto— Acarició la mano contraria.

—Debo irme a trabajar — Señaló.

—Y yo a resolver unos asuntos— Apunto a la puerta.

—Hasta luego— Despidió.

—Sí, espero verte luego— Dijo el alto para después desaparecer por la puerta.

—Carajo— Maldijo Beomgyu.

—Sabía qué enamorarse de nuevo le traería problemas cómo los de hace unos años, talvez peores y no solo a él, también a su hijo y es por eso que debía evitar a toda costa que el sentimiento se hiciera mutuo.

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⏰ Última actualización: Jun 20 ⏰

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𝐹𝑎𝑙𝑙 𝐼𝑛 𝐿𝑜𝑣𝑒 𝐻𝑜𝑛𝑒𝑦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora