Our Love Stories - MaxNat (One Shots)

Malcriado Omega.

☆ Omegaverse Au!
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Max odia a su jefe hasta con la célula más pequeña de todo su cuerpo, no sabe como una cosa diminuta de 1.65 puede crearle tanto estrés en un solo día.

Trabaja como el manager de uno de los cantantes más famosos de toda Tailandia y al mismo tiempo su martirio personal.

Nat Nattasin es el nombre del pequeño demonio el cual tiene en su vida.

Más que ser su manager es literalmente su todo, su despertador, su ama de llaves, su secretario, el debía cumplir con todo lo que el condenado deseara y Nat podía ser bastante cruel que el no veía la ternura de la cual tanto hablaban sus fans.

El solo veía a este chico malcriado, grosero y mimado que lo obligaba a hacer trabajo de más que claramente el no debía hacer.

Siempre escuchando sus tonterías como "P'Max agenda mi cita con el dentista" o "Llévame a casa grandote" mientras le tiraba su bolso (que pareciera que tuviera piedras de lo pesado).

A pesar de que Max es un alfa con una gran carrera luego sus múltiples logros en la universidad,.estaba al completo reducido por el niño Nat, un omega que en redes y escenarios pasaba a ser el bebé más dulce del mundo.

Hoy no era un día diferente, eran las 8 am, tenían un evento a las 10 y Nat no contestaba sus mensajes claramente dormido. Seguramente no había dormido por estar con sus amigos en los videojuegos.

Por ello estaba en aquel departamento elegante en la zona norte de la ciudad golpeando la puerta tanto como el no molestar a otros residentes le permitía.

El niño no contestaba y estaba seguro que era otra de sus jugarretas. Una vez solo por molestarlo se escondió en un escritorio porque el maldito era lo suficientemente pequeño para hacerlo y evitar una sesión de fotos todo porque el outfit le parecía aburrido.

No tenía ninguna respuesta desde que había llegado, por lo que uso la llave que tenía como copia para entrar así fuera a la fuerza.

Cuando entró el golpe de feromonas fue tal que de tambaleó como reacción de su alfa a tan exquisito olor. Era a vainilla y fresas, dulce como un postre que necesitaba en ese momento.

Así que por eso el pequeño diablo no abría la puerta, estaba entrando en calor, pero el ya sabia manejarlo.

En la habitación principal, tendido en la cama solo con unos shorts se encontraba el pequeño recostado, con un claro malestar por su calor de celo, desesperado y sin dejar de recorrer con sus manos todo su cuerpo.

- ¿A-alfa? - Dijo el menor a penas sintió sus feromonas de calma por toda la habitación.

- Debiste decirme que ya se acercaba la fecha bebé. - Respondió Max acercándose al borde de la cama.

- S-si tuvieras bien atendido a tu Omega sabrías que estaba cerca. - Nat estiraba sus manos tratando de alcanzarlo y tocar algo de piel pero el mayor se retiraba rápidamente.

Fue muy curioso saber que aquel demonio era su omega destinado pero más aún que podría mandar en cualquier aspecto de su vida, pero en el sexo, Max era el que lideraba siempre.

Nat podía ser un malcriado de primera al que le daban todo lo que quería pero durante sus celos, el mayor se encargaba de ponerlo en su lugar.

- Ya que no te tengo tan bien atendido debería irme ¿No crees? - Respondió intentando irse pero rápidamente Nat se levantó de la cama para tomarlo del brazo.

- N-no lo decía enserio.

- ¿Ah no? Porque siempre puedo darte un supresor y dejarte al borde durante el evento de hoy hasta que otro alfa te atienda.

El omega tenía desesperación y estaba completamente empapado esperando a que Max se dejara ganar por su impulso más animal y lo sometiera a la cama tan pronto como fuera posible.

En su nube de excitación debía pensar bien sus palabras, porque Max era capaz de dejarlo solo con un supresor y dejarlo así de mojado durante todo un evento solo porque se le daba la gana.

Paso sus manos por su cuello, poniéndose de puntitas para besarlo sucio como quiso hacerlo desde que sintió sus feromonas en el departamento.

Las manos del mayor fueron casi automático a sus caderas para responder el beso y pegar su cuerpo, quería que el menor se deleitara con su dureza, además de aprovechar para ver que tan mojado estaba su pequeño omega.

Al comprobarlo, no dudo en frotar con sus dedos la entrada del menor para darle algo de alivio al menor aunque pareció tener el efecto contrario.

Solo lo excitaba más, lo llevaba el límite pero sabía que no podría correrse, no al menos si Max no lo tocaba y no lo hacía entrar en calor como el.

Una vez el beso se vio interrumpido por la búsqueda de aire Max metió uno de sus dedos en el arrancandole un gemido mientras sentía como sus jugos se escurrían por su pierna.

- C-cancela el event-to ah... P-pronto entraras en calor t-tambien... ah...

- ¿Tan desesperado esta el niño? - Dijo Max sin retirar su dedo o detenerlo. - Para tu información tome un supresor antes de venir, creo que puedo aguantar el evento.

- ¿Y-y si no? NO VOY A PERMITIR QUE NINGÚN OMEGA ARRASTRADO SE ACERQUE A MI ALFA. - Respondió Nat sacando sus uñas, clavandolas en sus hombros.

Nat era un omega muy celoso con el.

- Siempre puedo comerte en el camerino. - Le susurró el mayor en el oído y metiendo otro de sus dedos. - O en el auto. Actuarías como la puta de tu Alfa, presentarte ante todos en el evento mientras mi corrida baja por tus piernas. ¿Eso quieres verdad?

- Vete a la mierda Max. - Dijo el menor en un arrebato por su desesperación y la humillación de su alfa.

El mayor no permitió esa falta de respeto ante el, por lo que sacó sus dedos arrancandole un gemido dolido al menor ya no sentir esos dedos que tanto le gustaban.

- Con gusto. Toma el supresor, te espero en el auto en 20 minutos. Si es que eso te alcanza para satisfacerte un poco.

Se fue del departamento mientras escuchaba las quejas del menor quién estaba rogando por ser timado ahí mismo.

Mientras en el auto el también tomaba otro supresor y cancelaba toda la agenda del menor por los siguientes días y asegurarse de tenerlo bien atendido en la cama de su departamento.

El entraría en calor mañana seguramente y estaba más que listo para desquitarse con el malcriado omega.