THE END OF AN ACT

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CHAPTER EIGHTEEN

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CHAPTER EIGHTEEN

[🌅. 🕍. 🪈]










Este sitio parecía sacado de un sueño. No cabía por la mente de Peter Pevensie que estaba en un castillo, y que era suyo.

Era como los juegos que se empeñaba jugar con su hermana cada que estaban aburridos porque sus padres siempre llegaban tarde. Le parecían de niñas, pero el literalmente estaba vestido de telas finas.

Luego de la batalla, Aslan guió al pueblo de Narnia hacia Cair Paravel; un palacio escondido de la bruja y su magia, que solo podría abrir sus puertas hasta que los hijos de Adán y Eva llegaran. El león les dijo que este lugar sería suyo luego de la ceremonia de coronación.

Peter creyó que estaba jugando, después de todo, hasta su hermanita Lucy recibiría algo. Y ella solo tiene 8.

Pero ahí estaba, observando su reflejo ya diferente y más acicalado luego de llegar sucios y sudados a aquel lugar. Los habían separado en cuartos especiales y muy refinados, hasta que llegó la hora de cambiarse y también lo separaron de Edmund.

Deseo tener un reloj, porque estaba seguro que llevaba diez minutos esperando a que los demás llegaran para entrar al salón real; o lo que eso fuera. Creyó que su hermano se tardaría menos que el, pero parecía que aun no quedaba satisfecho con su imagen, porque no llegaba. Inevitablemente puso los ojos en blanco mientras sonreía.

Tomó el manto de color dorado, era de una seda muy suave y cálida, aunque pesaba en su espalda. Fue entonces que escuchó una puertas abrirse del otro lado del pasillo, volteo enseguida esperando encontrarse a su hermano; pero vio algo mucho mejor.

Aurelia se acercaba con un vestido tan largo que escondía sus pies, era verde, un verde idéntico al de sus ojos. Las mangas de este eran transparentes y su pecho estaba descubierto. En el vestido habían flores; de verdad. Y su cabello caía en rizos perfectos un poco más abajo que sus hombros.

Traía una mirada juguetona que te instaba a hacer locuras, que él seguiría si ella se lo pedía. Camino hacia ella cuando el camino en el pasillo se hizo muy largo, cosa que la sorprendió así que freno hasta que el término frente a ella.

No parecía un chico bobo para nada. Se veía mucho más maduro y responsable con esas ropas, hasta ahora notaba que él la superaba por unos centímetros más, porque tuvo que alzar un poco la cabeza. Su cabello por primera vez estaba peinado desde que llegaron a Narnia. El azul de su ropa, era como el de sus ojos.

Ambos se quedaron viendo el uno al otro sin decir nada, porque en realidad aun no habían hallado una razón para pelear. Peter carraspeó, colocando el puño delante de su boca y murmuró:

—Te ves bien, Lennox.

Ella abrió los ojos, pero por primera vez, decidió aprovecharse del chico. Se puso el cabello detrás de su oreja distraídamente, volviéndolo loco de paso.

𝐖𝐄𝐋𝐂𝐎𝐌𝐄 𝐇𝐎𝐌𝐄 | 𝐏𝐞𝐭𝐞𝐫 𝐏𝐞𝐯𝐞𝐧𝐬𝐢𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora