☆NUEVE☆

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Las maletas estaban listas esperando en la sala, la ansiosa chica ya estaba pronta, decidida a tomar su libertad y no volver a pisar esa casa que tanta desdicha le había echo sentir toda su vida.
Sesshomaru se encontraba en la oficina con Rin, quien le había pedido reunirse por última vez antes que partieran nuevamente.

-Aquí está lo que me pediste- extendió una hoja la cual el ojidorado la checó superficialmente.

-Legalmente eres el tutor de Kagome, espero que estés feliz de venir a destrozar mi familia- acotó con bronca en sus palabras.

-Te recuerdo que tú misma me buscaste, además la falsa ilusión de familia solo lo creías tú. El degenerado de tu esposo lleva una vida tratando de abusar de tu hija y solo te has preocupado por tu status y comodidad propia. Eres demasiado cínica- reprochó con maldad.

-Sobre eso..-volvió a extender otro documento en un pequeño sobre blanco.

-¿Que es eso?-

-Dentro hay un cheque para los gastos que Kagome necesite y además hay una prueba de paternidad- aclaró

Sesshomaru levantó una ceja desconfiado.

-El cheque se lo daré a Kag y que ella lo utilice como crea conveniente, y sobre el otro papel, la verdad... no me interesa. También se lo daré a ella- y lo guardó en su bolsillo de manera indiferente.

-¿Acaso no tienes dudas?..- preguntó la mujer

-Sin las tuve o las tengo, a ti no te interesa. Ya es tarde para preocuparte sobre lo que yo piense sobre ese tema. Kagome se irá conmigo diga lo que diga ese estúpido papel- y dándole la espalda se marchó al encuentro de su ansiosa amada.

-¿Estás lista?- preguntó sabiendo la respuesta.

-Si! Deseo llegar a casa!- respondió con una dulce sonrisa.

-Estás muy linda, pero debes saber que apenas lleguemos te quiero sin nada de ropa- ese travieso comentario le hizo sentir un cosquilleo en su zona íntima.

-Haré lo que quieras pero debo pedirte algo antes...-

Sesshomaru la miró indagando en su mirada..

-Una televisión. ¿Sería mucho pedir?-

Él rió con ganas.

-De acuerdo, compraremos una al llegar- accedió divertido por la inocente petición de la morena.

Un taxi los dejaría en la estación de tren, una vez allí cargaron sus pertenencias en él y Kagome dió la última mirada nostálgica a lo que una vez fue su hogar.
Sintió la el calor de la mano de Sesshomaru en su muslo, apretandolo suavemente para transmitirle tranquilidad.

-Estoy bien, no me arrepiento de esto- susurró

-Esperemos que dentro de unos días digas lo mismo, porqué planeo follarte tanto que rogarás irte de la casa-

Kagome se sintió nerviosa.
El taxista los observaba por su retrovisor y le sonreía de manera extraña e incómoda.

-¿Van de paseo?- habló el extraño hombre interrumpiendo las ideas de Sesshomaru.

-Algo asi- respondió éste no siendo el mejor charlatán del mundo.

-¿Son pareja?- siguió intentando sacar tema

-Algo así- volvió a repetir.

El conductor se removía en su asiento, parecía algo raro pero Sesshomaru lejos de perturbarse se prestó para un juego dónde lo pondría al límite.

-¿Porqué preguntas? ¿Es linda, no?- Kagome no entendía nada y lo miró con una expresión graciosa.

-Bueno, emm.. si. Yo..- titubeaba sin saber bien qué decir.

Mía (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora