12»𝐒𝐭𝐚𝐫-𝐜𝐚𝐝𝐫𝐨𝐧𝐭«

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Parte I
Decisiones radicales.

— No hagas más fuerza, te estás lastimando —vuelve a pedir, suplicante, y noto sus cejas undidas.

Su voz sigue afecta por la fuerza que hace, y yo miro hacia la puerta en busca de Jean, o Axier, alguien con más fuerzas que le pueda ayudar con eso, pero nadie entra por los próximos segundos, así que corro para ayudarla.

— ¿Qué necesitas? —pregunto algo agitada, mirando la escena asustada e inquieta.

— Necesito que me traigas una jeringa que está al lado de unas compresas, frente a las cortinas. —pide con voz igual que antes.

Yo asiento a pesar de saber que no me ve, y corro para tomar lo que ella me ha pedido. Entonces regreso trotando, y mi respiración afectada.

— Toma —le acerco con la mano el objeto.

— Gracias —jadea exhausta, y entonces me vuelvo a fijar en su piel—. Por favor, sujétalo por los hombros. —parpadeo ante su petición, y miro a Ralph, el cual yace de lado.

— Está bien. —asiento.

Agarro sus hombros con fuerza para evitar que deje de moverse con violencia, y Thalía incerta la jeringa con el líquido en su glúteo derecho. Ante eso jadea del dolor.

— No está bien que lo haga con sus ropas, pero es lo que debo hacer en estos casos —informa al notar que observo sus movimientos precisos, y le miro regalándole una sonrisa.

Ella también esboza una, mientras sigue sujetando al chico por las piernas.

— Le he incertando algo nuevo que creé con el Labermed, algo de la escencia de Lando of the Stars, y bueno, un poco de llyumins —hago una mueca de extrañeza, elevando mi comisura hacia la izquierda, y ella ríe un poco ante mi gesto enseñando sus dientes blancos y perfectos—. La llyumins es algo que fabrican y extraen los astréamos de —se detiene tajantemente, y parpadea—, no es algo que debas saber ahora o tener conocimiento, pero dentro del árbol están las venas que le dan vida a todo esto, y entre ellas, nacen en una especie de diamante azul con dos puntas a lo largo más que los dos extremos cortos, algo más pequeño a lo cual nombramos “llyumins” —hace una pequeña pausa y yo parpadeo incrédula e impactada, pero a la vez, curiosa—, que es fabricado y extraído por las personas encargadas, gracias a su estrecha conexión con el árbol y la Raizbal.

Suspiro sonoro, y sorprendida.

— Esto debe de provocar que de una vez por todas Ralph despierte, se recupere, y su herida se cure rápidamente. —continúa, y mira con algo de tristeza al chico que ha dejado de moverse—. Sólo espero que está vez surta efecto, porque nada de lo que pruebo en él —su voz decae, y sus ojos se apagan detonando su preocupación— funciona. —unde sus cejas al mirarme.

Copio su acción, y le regalo una sonrisa triste, acompañado con la mirada de apoyo que intento ministrar.

— Tranquila —hago una pausa, y pongo una mano sobre su hombro izquierdo—, vas a conseguirlo esta vez.

A penas termino la última palabra, algo traquea en mi cabeza llegando a doler de manera aguda y punzante. Eso provoca que cierre los ojos de golpe, y ponga mis dedos de la mano derecha en la sien respectiva. Un jadeo de dolor abandona mi garganta, y escucho a Thalía contener el aliento con sorpresa de manera sonora.

— ¿Estás bien? —pregunta asustada y su voz alterada, y luego siento su mano sobre mi hombro derecho—. ¿Qué te sientes?

Gruño separando mis dientes y dando pasos inconscientemente para atrás, así dejando a la morena, ante el dolor repentino en mi cabeza.

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⏰ Última actualización: Jun 07 ⏰

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Estrellas y 𝐋𝐔𝐍𝐀 © [Parte 1 y 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora