Jordan
El sendero serpenteante se adentraba más profundamente en el bosque, donde las sombras se alargaban y la luz de la luna apenas se filtraba entre las densas ramas. Cada paso se volvía más difícil, con ramas bajas y raíces entrelazadas que parecían conspirar para entorpecer nuestro avance. El ambiente se cargaba de una atmósfera opresiva y misteriosa, como si el propio bosque intentara detenernos en nuestro camino.
De repente, nos topamos con un obstáculo monumental: un gigantesco árbol caído bloqueaba completamente el sendero. La magnitud del tronco parecía desafiar cualquier intento de rodearlo, y la oscuridad que emanaba de sus profundidades solo aumentaba nuestra sensación de intranquilidad.
—Vamos a tener que rodearlo —sugirió Spencer, observando con preocupación el imponente obstáculo.
—No hay tiempo —respondió Alex, su tono impaciente resonando en el aire nocturno. La llama en su mano creció, anunciando su intención de prender fuego al árbol caído y abrirse paso por la fuerza.
—¡Espera! —grité, lanzándome hacia adelante. Extendí mi mano, sintiendo cómo la energía fluía a través de mí. Con un esfuerzo concentrado, canalizé ese poder hacia el árbol, . El tronco tembló y se levantó ligeramente del suelo, cediendo ante mi voluntad y despejando el camino con un crujido ensordecedor de ramas rotas y tierra removida.
—Pfff, patético_exclamo Alex.
—Al menos no destruí nada_con ni poder coloque el árbol en la tierra y lo hice florecer de nuevo_vez_dije sonriendo
_vez_repitió Alex burlándose_ni que fuera para tanto.
Giré mis ojos y me puse al lado de Spencer.
Alex me miró de reojo, sus ojos llenos de furia, pero no dijo nada. Simplemente apagó la llama en su mano y continuó adelante, sin apartar su mirada de mí durante un buen rato. Su actitud me hizo sentir incómodo.
Seguimos caminando, y tras un rato más de marcha, la vegetación comenzó a clarear. La atmósfera cambió, y un aire pesado y deprimente nos envolvió. Llegamos a un claro donde se alzaban las primeras construcciones de lo que creo que es la aldea que menciono Morgan.
La aldea tenía un aspecto desolador. Las cabañas estaban construidas con madera oscura y gastada, y muchas de ellas parecían a punto de derrumbarse. Había muy pocas luces, y las que había parpadeaban tenuemente, proyectando sombras inquietantes por doquier. La gente que vimos caminaba cabizbaja, con miradas sombrías y cansadas. Algunos llevaban prendas raídas y sucias, y sus semblantes reflejaban una vida de lucha y desesperanza.
El centro de la aldea estaba marcado por una gran plaza de tierra batida, en cuyo centro se erguía un árbol retorcido y sin hojas, como un símbolo de la tristeza que impregnaba el lugar bajo el mismo se encontraba una casa espeluznante. Alrededor de la plaza, pequeños puestos de mercado ofrecían mercancías escasas y de aspecto poco apetitoso. Había un constante murmullo de voces bajas, apenas audibles sobre el susurro del viento entre las ramas.
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Del Otro Lado Del Bosque (En Edición)
FantasyEl padre de Jordan nunca le quiso decir por qué no debe ir más allá de ese lado del bosque, su padre siempre le decía "ni tú ni tus hermanos tienen permitido ir más allá de esos árboles" o "es peligroso ir hacia ese lado". Lo extraño es, que él (ju...