Emociones

1.1K 57 2
                                    

Juanjo

Aveces y siento que nadie me comprende o que nadie va a poder saber lo que realmente pasa por mi mente.

Que nadie podrá ponerse en mi piel y entender mi lugar.

Bien tengo a Martin que es mi todo, también a mis amigos o incluso a mi madre.

Pero hay cosas que me digo a mi mismo que me lo debo quedar para mi y solo para mi.

Y lo pienso y mientras le voy vueltas me pregunto si alguien será capaz de entender lo que quiero decir o a lo que me quieroi referir.

Antes no se lo contaba a nadie y solo olvidaba esos pensamientos extraños que mi en mi mente abundaban.

Pero desde que tengo a Martin,se lo cuento a él.

Y nunca entiende a lo que me refiero, pero siempre me apoya y nos reimos juntos de eso.

Si es verdad que son cosas que aveces me gustaría que alguien sintiera igual, pero con él me da igual, porque todo me da paz.

¿Y a que viene esto ahora? Seguramente os preguntáis.

Pues realmente a otro de los miles de mensajes ocultos que mi mente me da y nadie puede descifrar.

Todo pasa más rápido de lo que me gustaría.

Y no me malinterpretéis, no me quiero quedar así y aquí toda la vida, para nada.

Quiero avanzar, pero aveces preferiría realizar esto más despacio, poder analizar cada segundo que as de pasar, notar todo a camara lenta, (aunque no excesivamente) sería genial.

Sobretodo cada segundo que pasó con Martin, mi todo.

Y eso me lleva a otra pregunta que invade mi mente una que otra vez: ¿En qué punto he podido querer tanto a una persona para que me de igual si entiende las locuras que rondan mi cabeza, que aún así se las voy a contar a él y a nadie más?

Y no sólo contárselo, permitirle y que me guste como se ríe de los (para él) disparates que salen por mi boca.

Simplemente cosas, sentimientos y sensaciones que nunca entenderé del ser humano.

Que puta especie de mierda que somos, diría si no estuviese Martin y mis amigos, por lo demás no lo retiro.

Rebeca le pide a Martin si puede ir al mercadito de al lado a comprar algunas cosas, voz que me hace salir del trance.
-Voy a comprar,amor ¿Vienes? Me pregunta mi novio después de que su madre le haya pedido esta misión hiper secreta mandada por la mismisa CIA,(el sarcasmo se va generando en mi.)

Asiento sonriente y casi riendo.
-Puedes coger la bici de mi padre. Dice este una vez fuera de la casa mientras se sube en su bicicleta.

Cosa que me recuerda a que nunca aprendí a andar en bici, no es mi pasión a decir verdad.
-¿Te cuento un secreto?
-Dime. Responde ya con el casco abrochado.
-No se montar. Río tímidamente.

Me mira aguantándose la risa incrédulo.
-Que crimen, y además siendo de pueblo, anda subete conmigo. Suelta una risita feliz.

Obedezco subiendo así en esta y agarrando fuertemente su cadera para no caerme.

Después de unos cinco minutos llegamos a una tiendita típica de pueblo ubicada en una de las pequeñas plazas en las que se nota ese ambiente de verano de pueblo.

Compramos las cosas indicadas en la lista que Rebeca le entregó a Martin volviendo a subir en la bici con la bolsa atrás.

Y obviando el hecho de que esta apuntó de caerse ya que no cabemos.

Irresistible~JuantinWhere stories live. Discover now