06.

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Solo se tomaron de la mano, sintiéndose nerviosos, como si fuera la primera vez que se tocaban. Pero se conocían muy bien, desnudos y con ropa.

— No sé cómo ayudarte —dijo Clara, sintiéndose mal por él.

— No pasa nada, casi ni hablamos desde que llegamos y me pareció buena idea acercarme ahora, que tengo un rato libre —explicó Enzo.

— ¿Un rato? Deberías dormir —Clara arqueo las cejas, confundida.

— No te pongas la gorra, suficiente tengo con Scaloni.

— Bueno, perdón, me preocupo nada más.

— Ya no deberías preocuparte por mí —murmuró Enzo— Ya tengo a alguien que me dice qué hacer.

— ¿Te referís a Valentina?

Clara no quería hablar de ella, pero era evidente que Enzo sí.

— A veces me hincha mucho las pelotas, no le gusta que me junte con nadie, se volvió desconfiada desde...

— Desde que me conoció a mí —finalizó la oración Clara.

— Quizás no fue buena idea contarle que nos besamos mientras ella paseaba por Inglaterra —murmuró Enzo, siendo por demás sincero.

Clara se levantó de golpe de la cama, mirándolo. Estaba siendo un idiota.

— ¿Por qué pensaste que eso sería buena idea? —preguntó en un tono de voz que sonó más alto de lo que quería.

— No me gusta mentir.

— Sin embargo, en ese momento sí —Clara estaba enojada— No quiero que la mina me odie por algo que hiciste vos.

Enzo chasqueó la lengua, acostándose en la cama. Se quedó mirando el techo, con una mano detrás de la cabeza y la otra apoyada sobre su pecho.

— No te odia, se pone celosa —expresó Enzo— Además, vos también me besaste y sabías que ella estaba la ciudad.

— En el mundo de las mujeres, eso es lo mismo —explicó Clara, sentándose a su lado— Y él que me besó fuiste vos.

Él la miró desde abajo, estiró su mano y metió un mechón de su pelo detrás de la oreja. Luego, le acarició una mejilla. La extrañaba.

— Igual ya no importa —murmuró Clara, agarrando la mano de él, sacándola de su cara— ¿Ella sabe que ya no te pasa nada conmigo?

— ¿Quién dijo que ya no me pasa nada?

A Clara le empezaron a revolotear mariposas en el estómago, poniéndose nerviosa. Miraba al jugador desde arriba.

— Enzo...

— ¿Qué? No me gusta mentirte —él se acomodó en la cama, apoyándose en sus codos para mirarla mejor— Me vas a decir que vos ya no sentís nada.

— No, obvio que no —la mentira salió de la boca de Clara muy rápido, haciendo dudar al jugador.

— No sos buena mintiendo.

Clara comenzó a sentirse incómoda. No le gustaba para donde estaba yendo todo esto, la idea de ser segunda opción la apenaba. Además, de que no haría eso, ser la amante.

— Creo que sería mejor que te vayas —dijo Clara.

— Clari...

— No sé en qué estás pensando mientras me decís todo esto, pero no sirve de nada que me digas que te pasan cosas conmigo cuando tenés novia —dijo ella, parándose al lado de la puerta— No sé por quién me tomas, Enzo, de verdad que estás muy confundido y yo no puedo ayudarte.

𝓛𝓪 𝓬𝓸𝓬𝓲𝓷𝓮𝓻𝓪 ɪɪ | ᴇɴᴢᴏ ꜰᴇʀɴᴀɴᴅᴇᴢ | ᴀᴍɪꜱᴛᴏꜱᴏꜱ | +18Where stories live. Discover now