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Clara se levantó de la cama solo para bajar las persianas, volviendo luego a su lugar al lado de Cristian. El jugador estaba sin camiseta, con los ojos cerrados y la boca levemente abierta, descansando. Se despertó un poco sintiendo la falta del cuerpo de ella.

— ¿Cómo estás? —preguntó él, abrazándola cuando se acostó a su lado.

— Se me parte la cabeza —murmuró ella, rodeándolo con los brazos— Y me duele todo el cuerpo.

Cristian se rio, mirándola y dándole un beso en la mejilla.

— Por la cogida que te pegue anoche, obviamente.

Ella dejó escapar una risa, devolviéndole el beso.

— Sos un desubicado cuando querés —contestó Clara.

— Si te encanta, qué decís —dijo Cristian, agarrándole la cara y dándole un besito en los labios.

Se abrazaron y se quedaron un rato en la cama, hasta que finalmente se hizo el mediodía y la hora del almuerzo.

— Nos vemos en el comedor —dijo el jugador despidiéndose de Clara.

Ella asintió, yendo directo a la ducha. Estuvo un rato debajo del agua, intentando despertarse. Cristian, por su lado, hizo lo mismo.

Clara se encontraba cambiando, preparándose para ir a almorzar, cuando alguien toco a la puerta. Abrió sonriente, esperando encontrarse a Cristian del otro lado. Sin embargo, se trataba de Enzo.

— ¿Podemos hablar? —dijo él sin saludarla.

La cocinera se hizo a un costado para que el jugador pudiera entrar, cosa que hizo sin pensarlo. Se sentó en el borde de la cama, mientras que ella se sentó en una de las sillas, alejada de él.

— Clari, ya no aguanto más esta situación —empezó Enzo— Necesito aclarar las cosas porque siento que voy a explotar en cualquier momento.

Ella lo miraba angustiada, odiaba verlo así.

— Valentina viene para los últimos partidos, quería que lo sepas por mí antes de encontrártela por sorpresa —dijo el jugador— No sé qué me pasa con ella, que no puedo... cortarlo. Me conoce desde que no soy nadie y la quiero, mucho, pero también te quiero a vos y no sé qué hacer.

— Enzo... Yo no puedo ayudarte con eso.

— Ya lo sé, pero esto que haces con Cristian, verlo, cogértelo, reírte con él... me destruye —murmuró Enzo, haciendo un puño con la mano— Por favor, necesito que dejes de verlo.

— ¿Por qué? Enzo, no me podés pedir eso... la paso bien con él.

— ¡Solo porque no querés estar conmigo! —exclamó el jugador.

Clara sacudió la cabeza, ella también quería aclarar las cosas, pero no le veía una salida. Era todo demasiado complicado, porque ahora entraba en la foto Cristian, y realmente le gustaba pasar su tiempo con él.

— ¡Vos querés estar con Valentina y conmigo a la vez! —dijo Clara— ¿Qué esperas qué haga?

Enzo empezó a negarse, a hablar rápido y sin pensar.

— Quiero que te vayas.

— ¿Qué? —murmuró Clara, atónita.

— Eso, no quiero que trabajes más para la selección, quiero que renuncies.

Clara abrió los ojos como platos, sin entenderlo.

— El que me consiguió este trabajo, fuiste vos. Y ahora, que estoy cumpliendo un sueño, ¿querés que me baje? —dijo ella con tristeza.

𝓛𝓪 𝓬𝓸𝓬𝓲𝓷𝓮𝓻𝓪 ɪɪ | ᴇɴᴢᴏ ꜰᴇʀɴᴀɴᴅᴇᴢ | ᴀᴍɪꜱᴛᴏꜱᴏꜱ | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora