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Poppy al llegar a su capullo, cayó profundamente dormida, sin haber tenido la posibilidad de siquiera poder pensar o digerir lo que había sucedido esa noche con Ramón.

sin embargo, Ramón no pudo descansar hasta llegadas las 4 de la madrugada. no podía dejar de pensar en la situación una y otra vez, ¿había ido demasiado lejos? ¿había incomodado a Poppy?

soltó un suspiro pesado, le aterraba haber hecho algo incorrecto, y no quería siquiera pensar en lo ético, al final de cuentas era su alumna y él su profesor.

soltó un suspiro pesado, se encontraba en su cama ya listo para dormir, pero parecía que su mente aún no lo estaba o simplemente quería darle una mala jugada.
y tras darle unas últimas vueltas al asunto durante largos minutos, pudo finalmente conciliar el sueño y descansar.

.

ya era martes, la mañana transcurría normal, trolls caminaban por toda la villa, unos trabajando y otros simplemente disfrutaban o compraban cosas que solo a esta especie les pareciera útiles.

Poppy había despertado bastante temprano, con un ánimo extrañamente bueno.
después de haber tomado su ducha matutina, llamó a sus dos mejores amigos, quienes ya antes la habían visitado y aconsejado, Grandulón y Smidge, con intenciones de desayunar juntos, tomar el té y actualizarles acerca de todo lo que estaba sucediendo.

estos accedieron sin rodeo alguno, y quedaron en una cafetería de la villa, la cual se encontraba al aire libre.

acordaron temprano, por lo cual, a las nueve de la mañana Poppy ya estaba camino al lugar, inhalaba y exhalaba el rico aire que podía respirarse, la hacía sentir despejada.

"¡Poppy!" oyó a lo lejos, volteó hacia todas direcciones para encontrar el origen de la voz, dando en el blanco al ver a su izquierda; era Grandulón, a su lado caminaba Smidge. Ambos se miraban alegres.

"¡Chicos!" exclamó sonriente, corriendo a darles un fuerte y apretado abrazo.

"¡Te ves radiante, Poppy!" halagó Smidge a su amiga, ésta sonrió ante el halago y comenzaron una caminata hacia el lugar que originalmente tenían como destino verse.

al llegar, cada uno tomó un asiento y tomaron con rapidez los menús que se encontraban reposando en la mesa.

le dieron varias chequeadas a éste y después de un corto tiempo, cada quien ordenó lo que se le apeteciera. Poppy estaba ansiosa por actualizar a sus amigos sobre la situación con Ramón, era notable pues Smidge no le quitaba el ojo de encima.

"Poppy... ¿Hay algo que tengas que compartirnos?" preguntó la peliazul.

"Eh..." empezó a balbucear la rosada, tardó varios segundos en preparar lo que tenía que decir: "Bueno, es que, no lo creerán... ¿Cómo les explico?" se preguntó a sí misma en voz alta, fastidiada, recargó su rostro en la mesa.

"¿De qué se trata? ¡Espera, creo saberlo! ¿Es sobre tipo misterioso arcoíris y malvaviscos?" insinuó Grandulón entre risas, como si estuviera siendo cómplice de algo.

"No pudimos elegir un peor nombre. Es horrible." comentó Smidge asqueada, y Poppy asintió aún con su rostro gacho.

las bebidas llegaron, y una euforia envolvió el ambiente, la pelirrosa se incorporó y miró expectante su delicioso té (más azúcar y leche que hierba, en realidad), al igual que sus dos amigos, que miraban sus bebidas como si fueran oro en una bandeja.

"Vaya... Qué delicia." dijo Smidge relamiéndose los labios.

"Quisiera brindar pero no hay razón alguna." habló Grandulón.

Poppy esto lo vio como una oportunidad: "Creo que estuvimos apunto de besarnos..." confesó, sonrió nerviosa y forzadamente, y añadió: "¡Salud!" levantó su té, sus dos amigos se miraron en conmoción, aunque terminaron brindando con ella y gritando un extrañado "¡Salud!"

"Okay. Espera, ¿qué?" preguntó Smidge en un estado de sorpresa.

"No sucedió, ni nada por el estilo, pero, yo sentí que estaba a poco de suceder." Poppy se encogió de hombros.

"¿Pero cómo llegaron a eso? Chica, tienes tanto que explicarnos." la troll amarilla dijo divertida, aunque era totalmente cierto.

"Y créeme que tenemos todo el día." aseguró Grandulón.

"Muy bien, ya entendí. Todo se remonta a yo asistiendo a..." se detuvo en seco. no podía hablar sobre las clases porque sería demasiado obvio, ¿qué otro troll da clases los lunes y miércoles?

"¿A...?" preguntó Smidge de forma curiosa tras unos minutos de silencio.

"A... A un lugar, claro. Nada en particular." dijo Poppy esbozando una sonrisa, solo para sonar segura.

Grandulón hizo una seña para que continuara con su anécdota, la cual captó la rosada de inmediato.

"Oh, y pues..." se detuvo nuevamente, dándose cuenta que su historia no tendría nada de sentido si no está en un contexto "escolar", se maldijo a sí misma por caer en la idiotez.

ahora fue Smidge quien hizo otra seña para que continuara, aunque esta vez tardó más en captarlo.

"Y... Ay, ¿no creen que el desayuno está tardando mucho? Muero de hambre, ahora vuelvo." tras decir esto como distracción, se paró de la mesa sin indiscreción, y ágilmente fue hacia donde se encontraban los trabajadores (local como tal). en el pequeño mostrador, se recargó por un momento, hasta que fue interrumpida, dando un sobresalto.

"¿Poppy?" escuchó decir, proveniente de una voz bastante conocida, al levantar su mirada, distinguió la piel grisácea de su tormenta mental actual.

"¿Ramón?"

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⏰ Last updated: Jun 02 ⏰

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