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–¿Estás mintiendo?– Jisung negó con la cabeza –¿Es eso posible siquiera?

No había planeado contarle nada a mi amigo, y mucho menos toda la historia, pero eso es exactamente lo que hice. Le había dicho a Jisung que Hyunjin podría no ser el padre de Giss antes de decírselo a Hyunjin, y me sentía muy culpable por violar su privacidad. Pero Jisung había sabido que algo andaba mal conmigo durante toda la semana. Esta noche, cuando entró y me encontró con un pijama arrugado, con el cabello sin cepillar en dos días y los ojos hinchados... realmente no tuve muchas opciones.

Suspiré.

–Estoy bastante seguro de que tengo razón. Todos los hechos coinciden, además, recibí ese diario de Beomgyu.

–¿Cómo lo consiguió Beomgyu?

–No tengo idea– Me encogí de hombros –Yeji mencionó una vez que Beomgyu y la ex de Hyunjin tuvieron una pelea porque Beomgyu le quitó algo. Quizás lo que robó fue el diario.

–Bien– Puso sus manos en sus caderas y pensó un momento –Esto es lo que vamos a hacer. Vas a cepillarte el cabello y lavarte la cara, y yo iré a la casa de al lado a buscar un bloc de notas y dos botellas de vino. Cuando vuelva, me contarás todos los hechos y veremos si llego a la misma conclusión. Si lo hago, encontraremos tu plan.

Me hundí más profundamente en el sofá.

–No quiero un plan.

Jisung me agarró ambas manos y me puso de pie.

–No me importa. Cuando empezaste a sospechar que Minho te estaba engañando, lo ignoré. Debería haberme sentado de inmediato contigo, escucharte y elaborar un plan para llegar al fondo de las cosas. No lo hice, y pasaste meses estresado y sufriendo. No volveremos por ese camino. Necesitamos resolución– Jisung miró mi coronilla –Además, creo que podría haber una rata o dos anidando allí. Así que ve a cepillarte. Regresaré en cinco minutos.

Me enfurruñé, así que Jisung me acompañó a mi habitación. Me besó en la frente y me empujó hacia la puerta del baño.

–Vamos.

Diez minutos después, nos encontramos en el sofá. Jisung señaló con la cabeza un envoltorio vacío.

–¿Te comiste todo el chocolate que te entregaron?

Fruncí el ceño. A la mañana siguiente de salir corriendo de la casa de Hyunjin, me habían entregado un hermoso ramo de flores exóticas, junto con una enorme barra de Hershey’s de dos kilos. La nota de Hyunjin decía: Me haces sentir mejor que cualquier cantidad de chocolate.

Me había comido todo durante los últimos días mientras me preguntaba si esa afirmación volvería a ser cierta. Ninguna cantidad de flores podrían sacarme de mi depresión.

–No me lo recuerdes– le dije –Me siento fatal. Hyunjin tiene que estar asustado por el motivo de mi desaparición y porque sigo evitando sus llamadas y mensajes. Pero no puedo mirarlo a los ojos con lo que sé. No puedo, Jisung. Estoy loco por él. Lo estoy lastimando ahora mismo, pero va a ser mucho peor cuando se lo diga.

Jisung me apretó la mano.

–De acuerdo, cariño. Pero hiciste lo correcto. Este no es el tipo de cosas que le sueltas a alguien si no estás absolutamente seguro. Y, una vez estás seguro, necesitas descubrir cómo dar la noticia con suavidad.

–Jisung... –Negué con la cabeza –No hay suavidad posible. Estamos hablando de su hija.

–Bueno. Pero necesitas relajarte un poco para que podamos repasar todos los detalles. Tomemos un poco de vino, al menos. Parecías menos nervioso al contarle a cuatrocientos invitados cómo conociste a la novia en la boda de una mujer a la que nunca antes habías visto– Jisung sirvió dos copas grandes de merlot y se enderezó, con la pluma lista. Parecía muy en modo abogado –Empecemos. ¿Cuándo te dio Beomgyu este diario?

Destino o Casualidad (HyunLix)Where stories live. Discover now