nueve. cuando el príncipe descubre al cisne pt 2

211 37 14
                                    


Valentín e Ignacio habían vuelto a pelearse, no físicamente, todo verbal, ambos lanzándose chicanas e insultos. Todo comenzó en la reunión de curso para organizar la despedida de los de sexto sobre si habrían números especiales para entretener a sus agasajados y el comentario de Mechi proponiendo al pelirrojo para que participe fue el disparador para un comentario mala leche del rubio contra el bailarín, quien no dudo ni un segundo en contestarle con el mismo veneno. Esto conllevó a que el curso se dividiera en dos bandos; los que bancaban a Ignacio y quienes apoyaban a Valentín, y... bueno, tres, los que disfrutaban del bardo en silencio.

Así que eso lo llevaba a este momento, estaban a nada de que toque el timbre para finalizar la jornada escolar y habían decidido casi nada, todo el tiempo se había ido en esa discusión tonta.

—¡Le ponés tutú y es una barbie bailarina!

—¡Basta los dos! —La voz de Agustín resonó en todo el aula callando al curso completo, incluso el profesor corrigiendo los exámenes en su escritorio se sorprendió de su volumen. —Estamos a nada de la despedida y todavía no nos dividimos quién lleva qué.

—Ya escuchaste, ratita teñida, hacé silencio.

—¡Pero escuchas lo que me dice! —se quejó Valentín. —Querés que me quede callado con este marote cagado.

—Ignacio... —Advirtió Agustín.

—¡Recién me insultó!

—¡Bue, vos también solo te ponés del lado del Colo! —Saltó otro amigo de Ignacio.

—Dejá de llorar...

—Vamo a ver quién llora...

—Todo porque quiere salir bailando el cascanueces... —Se quejó otra chica.

Valentín frunció el ceño. —¿Qué decís? Yo ni voy a participar, tengo función ese día a la misma hora.

Agustín se volteó a ver al colorado a una velocidad que muchos temieron que pueda romperse el cuello. —¿Cómo?

—Sí, ¿por qué crees que siempre llevo mis zapatillas? ¿por presumirte? Tengo ensayos en el teatro.

—¡El lago de los cisnes! —Acotó una de las amigas de Valentín.

En ese instante el timbre sonó indicando la finalización del horario escolar, Valentín tomó su mochila armada y se levantó de su banco para adelantarse a salir del curso, pero es detenido por Agustín que lo sujetó de la mochila.

—Ah, ah. Vos te quedás acá —Le dio al chico bajó la mirada de sus compañeros que soltaron varios "uhh" mientras iban saliendo del aula.

Valentín se soltó del agarre del delegado y se colocó frente a este con ambas manos tirando el morral de su mochila poniendo sus mejores ojitos de convencimiento.

—Agus, solo por esta vez —Pidió Valentín batiendo sus pestañas coloradas. —Tengo prueba de vestuario

—¿Ah, sí? —Dio un paso acercándose al pelirrojo, que levantó su mirada para conectar ambas miradas.

—Sí —Sonrió mostrando sus dientes ligeramente separados. —¿Puedo retirarme?

La mano de Agustín se posó en el hombro del más bajo y fingió pensar. —Si lo ponés así... no.

Las cejas de Valentín se alzaron en sorpresa de que su intento de manipulación no funcionó. —¿No?

—No dejaron terminar la reunión ni me hicieron caso cuando pedí silencio. No sé, me parece que justo hoy no es un favor que te pueda hacer.

puntillas de pie a tu corazón {gialen}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora