3. Fiebre

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-Albaycin barrio

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-Albaycin barrio.

La cuna de Granada.

Calles empedradas, edificios blancos... la esencia pura de Granada.

Debería considerar a Lía como la número uno en la lista de las mejores personas que he conocido, ya que gracias a ella tengo un lugar donde alojarme.

Después de decirle que buscaba una casa, me ofreció alquilar el apartamento de sus padres. El piso de estudiante de su padre, que fue remodelado a lo largo de los años. Lía se iba a mudar allí, pero decidió irse a vivir con Matteo y, por lo tanto, el apartamento quedó vacío.

Lo que no me mencionó antes de darme la dirección era que se encontraba en el Albaicín, justo frente al mirador de San Nicolás.

Con vistas directas a la Alhambra.

—Buenos días. —saludé a lo que parecía ser un hombre sin hogar en uno de los bancos del mirador.

—Buenas, buenas. —contestó el hombre, con un par de décadas a su espalda.

Estuve observando lo majestuosa que era el palacio, es decir; lo he visto un millón de veces, pero uno nunca se cansa.

—¿Te has mudao' tú? —me pregunta el señor a mi lado.

Asentí.

—Si, aunque todavía ni he entrado.

—Nuevas caras necesitábamos en el barrio, que ya estábamos hartos de ver a los cuatro de siempre...¡Hombre! ¿Cómo te llamas, por cierto?

Le sonreí.

—Milán.

—¿Cómo has dicho? —se le quedó una cara como si hubiera escuchado la mayor barbaridad del mundo.— Madre mía, en mis tiempos esos eran nombres de ciudades, y no les ponías Milán o Barcelona...

Reí ante su enfado, tenía toda la razón del mundo.

—¿Y usted cómo se llama, buen hombre?

—Yo me llamo Antonio, Toni para los amigos, como el del...Scarface ese.

—Toni Montana.

—Eso, eso...que me lo pusieron mis padres porque se llamaba así mi padre y punto.

Volví a sonreírle.

Antonio, el anciano a quién recién había conocido, lucía una calvicie típica de su edad, manchas seniles y arrugas. Él había estado sentado aquí innumerables veces contemplando estas vistas, y sin embargo, sus ojos resplandecían como si fuera la primera vez que las veía.

Llevaba un chaquetón grande aunque el tiempo era agradable y su ropa parecía algo desgastada; de ahí deduzco que, lamentablemente, no tiene un hogar y es por eso que estaba durmiendo en el banco desde mi llegada.

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⏰ Last updated: May 23 ⏰

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