Capitulo 21

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Las olas chocaban violentamente contra las rocas, enviando un rocio salado que el aire se transformaba en una bruma fria y opresiva. Las plantas que crecian en las rendijas del acantilado eran matojos retorcidos y espinosos, de colores apagados que parecian mas muertos que vivos. Los arboles, en su mayoria pinos y cipreses, alzaban sus ramas como dedos esqueleticos hacia el cielo, añadiendo un toque de horror a la escena. La joven hada nunca habia visto un paisaje tan tetrico.

- Aqui no hay nada. - Dijo Alex confusa.- Me esperaba algo mas. Como una horda de monstruos atacandonos.
-No seas ave de mal aguero. - Caleb se masajeo la sien.
- ¿Donde tenemos que ir ahora?- Pregunto Galatea tan confudida como Alex.
- De momento pasaremos la noche aqui. Mañana ya se nos ocurrira algo.
-¿Pasar la noche aqui? Estas loco Cedric. ¡Estamos en el acantilado de las sombras!
- Tu misma lo has dicho. Aqui no hay nada.
- No tiene nada que ver. - Replico Alex.
-Vuelvo a dudar de si estamos en el lugar correcto.-Dijo Caleb.
-¿Donde se ocultaran los esferingirl? Deben de estar cerca de aqui. - Galatea se rasco la barbilla.
- A saber.- Alex puso sus manos en sus caderas.
De repente empezo a llover a mares. Todos se miraron sin saber que hacer.

- Ahora hemos de dejar de discutir y buscar un lugar donde resguardarnos. - Sugirio Galatea.

Caminaron durante un largo rato hasta que el frio y la desesperacion calaron en sus huesos.

- Alli hay una cueva. - Señalo Caleb. - Esta escondida en una cortina de enredaderas y musgo.

Galatea sonrio orgullosa de las habilidades magicas de Caleb. Estaba segura de que el seria un gran driade. Desde la distancia habia podido notar lo que ocultaban aquellas plantas. Dentro de la cueva se expandia un vasto salon subterraneo, iluminado por una luz tenue y sobrenatural que parecia emanar de las propias paredes. El suelo cubierto de un musgo esponjoso y brillante amortiguaba los pasos, dandole a todo el lugar una sensacion de calma y serenidad.

Todos se sentaron en el suelo y Galatea encendio un fuego. La joven hada observo algo extraño en las sombras que el fuego proyectaba pero no sabia identificar el que.

- Deberiamos dormir un poco. ¿Cuanto hace que no dormimos en condiciones? - Las palabras de Alex hicieron mella en todos. Realmente estaban cansados.

- Alguien deberia hacer guardia. Por si nos atacan. Deberiamos turnarnos. - Sugirio Cedric.

-Yo sere la primera. - Se ofrecio Galatea.

El resto asintio y se pusieron a descansar. Galatea les miraba con envidia pero trato de mantener los ojos abiertos. Sin embargo no tardo en sucumbir y tambien se quedo dormida.

Galatea se encontraba en un prado lleno de flores magicas. Dudaba de si se encontraba en un sueño o si se habia teletransportado a un lugar magico. Alli se encontraba su padre otra vez. Galatea lo miro con desconfianza sin saber si aquel ser era real o no. Casi pierde su alma en el bosque de las almas perdidas y no queria que le volviera a pasar lo mismo.
Una lagrima se deslizo por su mejilla. Sin saber si aquel ser era real o no no podia evitar emocionarse al ver a su padre. Su pelo rubio estaba despeinado y sus ojos verdes lucian cansados. De repente la figura de su padre empezo a desaparecer y Galatea empezo a sentir un miedo atroz. El mismo miedo que sintio la vez que descubrio su cadaver. Su mayor miedo se habia hecho realidad y esta era la muerte de su padre. Ya no le temia a nada. Ni siquiera a la muerte pues sabia que cuando su dia llegara se reuniria con el ser que mas amaba.

Galatea se desperto sobresaltada llorando. Observo como unas sombras la envolvian y la miraban de forma malefica. Sin embargo, se alejaban de ella y se acercaban a sus amigos. Ella intento atacarles con todas sus fuerzas. Con todos los hechizos que concoia pero a las sombras etereas parecian no afectarles su magia. Entonces intento despertarles pero ellos estaban sumidos en un trance que ni siquiera notaban su contacto. Galatea suspiro deseando que pudieran afrontar sus mayores miedos. Estaba convencida de que las sombras se alimentaban de eso. El fuego crepitaba y el hada los observaba atenta esperando que despertaran.

Cedric se encontraba sumido en la oscuridad mas absoluta. De repente vio una luz roja. Se acerco a ella confuso puesto que no sabia en donde se encontraba.  Alli vio a Galatea quien le miraba con una radiante sonrisa. El se la devolvio encantado. De repente vio como un dreadgurl la devoraba.

- No!-Grito con desesperacion.

No podia perderla como a Dulia. Y se dio cuenta de que ese era su mayor miedo. Hasta ese momento no se habia puesto a analizar lo importante que era Galatea para el. Y se prometio a si mismo protegerla siempre. Saco su espada y acabo con el dreadgurl de una estocada. Siempre seria valiente por ella.

Alex estaba en un paramo. Se vio a si misma reflejada en un lago. Su reflejo se encontraba exhibiendo unas hermosas alas plateadas con toques azules. Ademas vestia un hermoso vestido. El corpiño, ajustado y delicado, estaba adornado con finas hebras de plata que brillaban suavemente. Las mangas del vestido eran largas y flotantes, extendiendose como alas vaporosas. La falda del vestido caia en capas de tul y seda. Cada capa estaba teñida en tonos suaves de azul cielo y blanco. Alex se dio cuenta de que era la vestimenta caracteristica de una silfos. Un hada de aire completa que se ha graduado de la academia magica de Nimfea. Sonrio orgullosa de lo que veia. Pero de repente se volvio a ver si misma en ropas normales y su corazon se arrugo. Entonces sintio el verdadero terror. El temor de nunca poder graduarse era lo que mas la atormentaba. Por eso se exigia en demasia. Suspiro para sus adentros sintiendo el miedo, abrazandolo con cada parte de su ser. Y asi lo enfrento.

Caleb caminaba desorientado por un bosque frondoso. Estaba realmente aturdido. Hasta que llego a un barranco. Era bastante alto. Abajo se encontraban Galatea y los demas quienes le miraban con una sonrisa y le salulaban con la mano. Realmente les apreciaba. Caleb les miro pensativo pensando como bajar. De repente vio como unos dreadgurl se acercaban a ellos. Caleb les empezo a gritar intento avisarles de la amenaza pero no parecian escucharle. Entonces extendio sus alas y estuvo a punto de saltar. Pero algo le detuvo. Un miedo atroz. El temor de no poder volar. Pero se dio cuenta de que sus amigos eran mucho mas importantes y salto. De esta manera, afronto su mayor miedo.

Los tres se despertaron al unisono mientras las sombras les abandonaban. Galatea quien no habia dejado de llorar les miro a todos con una sonrisa. La sorpresa se dibujo en su rostro cuando Cedric la abrazo con fuerza. Caleb fruncio los labios. El momento se vio interrumpido por una brillante luz.

Una figura eterea de color azul se aparecio ante ellos.

-Habeis llegado muy lejos. - Dijo con una sonrisa.

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Hola soy la autora :) espero que os este gustando la historia. Decidme que os parece como se van desarollando las cosas!

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