Capítulo 4: Sneller!

1.6K 252 23
                                    


Para la primera noche de regreso, optan por dejar que Max pase la noche con Checo en el departamento de la pareja en Milton Keynes, para evitar causarle más angustia al pequeño Max al separarlos y también esperando que la familiaridad del lugar ayudara al niño a sentirse más tranquilo. Todos se reunirían para desayunar en la residencia Horner-Wolff en Buckingham para planificar sus próximos pasos, y vaya que había mucha planificación por hacer.

Su cuidadora de hogar mantenía el apartamento en óptimas condiciones y alimentaba a los gatos cuando no estaban en casa. Los gatos, o más bien, Checo diría: los gatos de Max, Kiki y Puka; dos criaturas que podrían ser tan diabólicas como su dueño e igual de temperamentales. El mexicano solo espera de corazón que les agrade este pequeño Max tanto como les gusta el mayor.

En realidad Checo no tenía nada en contra de aquellos gatos, ni de los gatos en general, pero si fuera por él tendrían un perro o mejor aún nada de mascotas, a Sergio le gustaba interactuar con los animales pero encontraba el que todo acabara cubierto de pelos bastante molesto.

Al entrar al apartamento, el aroma de la familiaridad los envolvió, el espacio mostraba la evidencia de sus vidas juntos: recuerdos, trofeos dispersos por aquí y por allá, equipo de carreras y, por supuesto, los signos reveladores de la travesura felina. Desde su torre para arañar, el dúo de engendros diabólicos de Max miró a los recién llegados con una mezcla de curiosidad e indiferencia.

Checo no había terminado de cerrar la puerta cuando Max sonrió de emoción y corrió a saludar a las criaturas. 

-Kitties! Kiki! Puka!- (¡Gatitos!) exclamó, su entusiasmo de niño era contagioso y los gatos parecieron reconocer a su dueño, incluso levantándose para saludar al pequeño niño rubio con la gracia indiferente que sólo poseen los mininos.

Colocando su equipaje a lo largo del pasillo de entrada, Checo observó la interacción con una mezcla de diversión y cautela. Sabía los tipos de travesuras legendarias que estos gatos podían evocar, y una sutil cautela persistía en sus ojos. 

-They seem... friendly,- (Parecen... amigables,) comentó Checo, ofreciéndole una palmadita tentativa a Puka, quien respondió con un movimiento desdeñoso de la cola haciendo a Checo bufar una risa, pero realmente estaba agradecido de que los animales fueran amigables con Max, quien parecía amar a los gatos tanto como un niño como lo hacía de adulto.

Los gatos entretuvieron a Max por un rato permitiendo a Checo guardar sus cosas y mover aquellas cosas en el apartamento que pudieran no ser seguras estando al alcance de un niño de 3 años, pero eventualmente, los gatos hastiados treparon donde el niño no podía alcanzar y era ahora turno de Checo proveer la diversión, entonces fue que un juego de escondidas estuvo en órden.

-¡Listo o no allá voy!- Cuatro rondas de escondidas después, era el turno de Max de esconderse y, mientras buscaba al niño, Checo lo encontró en cuarto de videojuegos, el espacio estaba tenuemente iluminado, el piloto en regresión estaba completamente absorto jugando con el simulador de carreras apagado. Las risas de su juego de escondite habían sido puestas a un lado ante el encanto del familiar aparato de simulación de carreras, y el niño estaba sentado en el asiento, con las manos apenas alcanzando el volante que se mantenía inmóvil.

Checo no pudo evitar sentir una punzada en el corazón al verlo, el niño, ahora profundamente perdido en el mundo de las carreras imaginarias, parecía haber olvidado por completo su juego de escondite.

-A ver, Leoncito,- Con tranquila determinación, Checo se puso a configurar el simulador de carreras, ajustando el simulador para acomodarlos a ambos, luego levantó al niño en su regazo y Max colocó sus manitas en el volante y, con una sonrisa, se embarcaron en un viaje virtual por alrededor de distintas pistas.

Mientras el motor simulado rugía al cambiar de marcha, Checo manejaba los pedales mientras guiaba las manos de Max en el volante. El rostro del niño se iluminó con concentración, reflejando la expresión decidida que se había convertido en sinónimo de la personalidad de Max Verstappen en las carreras.

-Sneller!- (¡Más rápido!) La inocencia en la vocecita alentando a Checo a pisar el acelerador, pero al pecoso le dio un ataque de tos teniendo que pausar el juego, Sergio no sabía muchas palabras en holandés pero esa la conocía bastante bien y lo hizo sonrojar. Al igual que él, Max tendía a olvidar el inglés durante... eh... ciertos momentos de la vida. -Checo! Okay??-  (¡Checo! ¿Esta bien??) El rostro del niño se contrajo de preocupación ante el ataque.

-Yeah,- (,) se aclaró la garganta por última vez, -Yeah, I'm okay,- (Sí, estoy bien,) cuando pudo respirar nuevamente Checo reanudó el juego fingiendo que no había pasado nada, aunque se sintió muy avergonzado por su reacción ante aquella palabra.

Resonó una vez más en el cuarto de videouegos la risa de un niño experimentando la emoción de las carreras, y Checo, con cada vuelta, vislumbraba una chispa familiar en los ojos de Max, la misma chispa que tenía su novio cuando estaba genuinamente relajado y divirtiéndose.


Después de haber preparado la habitación de invitados para que el pequeño Max durmiera, después de un largo día de haber viajado, corrido, jugado y usando el simulador, todo volvió a los gatos. Checo tiene una sola regla: los gatos no entran a las recámaras; esto, sin embargo, hizo que la transición a la hora de dormir se convirtiera en un debate inesperado, ya que Max, a pesar de su cansancio, se negó rotundamente a acomodarse para dormir. Resultó que la fuente de la rebelión a la hora de dormir eran Kiki y Puka, quienes, según la inquebrantable lógica infantil de Max, necesitaban compartir la cama con él porque no podía dormir solo en una cama tan grande y, hay que admitirlo, Max se veía bastante pequeño en medio de la cama tamaño queen.

Al estar el también ya bastante cansado, Checo, navegando por el delicado equilibrio entre manejar a un Max rejuvenecido, a los gatos y la vida en general, se encontró atrapado en las negociaciones. Con una sonrisa amable, propuso un compromiso: dejaría que Max se quedara con él, así o tendría que dormir solo. Eso pareció satisfacer al niño que no dudó en saltar de la cama y correr hacia el dormitorio principal del departamento, cuando Checo alcanzó a Max éste ya estaba escondido entre las suaves sábanas esperándolo viendose aún más diminuto en la cama king.

Con un suspiro y sabiendo que había sido manipulado magistralmente, Checo se acomodó en su lado de la cama, apagó las luces y se acurrucó sobre su costado para no mucho después, escuchar a Max arrastrarse hasta que estuvo acurrucado cerca de su Checo de frente hacia el hombre, y con sus manos pequeñas empujó y tiró hasta que se aseguró de que el brazo del mexicano estuviera bien envuelto alrededor de su espalda.

-Ay Maxito, que bueno que escogiste a Chris de papá porque a mi la neta, me haces como te da tu gana.- Checo suspiro de nuevo y comenzó a tararear una canción de cuna para alentar al pequeño a finalmente caer dormido.

La habitación, ahora envuelta por las suaves y rítmicas respiraciones de un niño dormido, se convirtió en un remanso de paz.


Sin embargo, el sueño no llegó tan rápido para Checo, incapaz de escapar del peso de los desafíos que los esperaban en los días siguientes. En particular, la inminente tormenta mediática, las explicaciones que debían elaborar y la delicada tarea de convencer al mundo de que la mejor opción para el rejuvenecido Max era permanecer al cuidado de Checo y Christian.

Mientras obscervaba al niño dormido, Checo contempló las complejidades de su situación y realmente deseaba poder compartir sus preocupaciones con su novio, quien generalmente siempre estaba allí para escucharlo y besarlo haciendo a los problemas desaparecer.

----

Holi, esta vez no lo revisé mucho ahi me dicen si encuentran errores hehe, si se preguntan por qué Toto y Christian viven en Buckingham, es una ciudad situada entre Milton Keynes y Brackley, donde están las fábricas de Red Bull y Mercedes respectivamente.

Comenten! hahaha bien poquitos comentan :{

Little Did You Know vers. EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora