El hijo de Laurel Gates-Enid x Tn

6-Los celos de una loba

El día en el cual Tn y Divina iban a salir había llegado, el chico se arregló un poco nervioso ya que era la primera vez que tenía una especie de cita, si es que se podía llamar así. Tardó un poco en decidirse porque ropa ponerse hasta que logró dar con la que mejor le quedaba. Luego, salió de la habitación para ir a la entrada.

En el camino se encontró con Miércoles quien regresaba del bosque con Cosa después de cazar y tenía algo de suciedad en su ropa.

—¿Así que vas a ir a esa estúpida quedada?, no entiendo que le ven—dijo ella mirándolo—en fin, ¿has visto a la chismosa de mi compañera?.

—Pues...teniendo en cuenta su forma de ser y lo chismosa...seguramente esté cerca de la entrada para sacarme fotos con Divina.

La pelinegra miró al chico de arriba a abajo durante unos instantes.

—Ciertamente eres más inteligente de lo que parecía en un principio—dijo antes de decirle que le seguiría.

El chico se sintió un poco nervioso hasta llegar a la zona. Allí estaba Divina ya arreglada, cambiaba bastante que cuando iba vestida como estudiante. Enid y Yoko no estaban muy lejos.

—Hola—saludó algo tímido.

—Hola, llegas puntual—respondió ella sonriente—¿llevas todo?.

—Claro.

Enid aunque se empezó a sentir rara en ese momento al verlos juntos, levantó los pulgares mientras caminaban hacia el autobús. Yoko y ella miraban todo mientras sacaban algunas fotografías cuando su roomie se acercó a hablar.

—Enid—empezó.

—Ahora no roomie, esto hay que grabarlo para la página y...—ella le dio una fuerte colleja que por poco la tira al suelo—¡eso dolió!.

—Necesito tu ayuda para algo, ven conmigo—la tomó del brazo.

—¿No puede esperar?, íbamos a ir a Jerichó para ver como les va en la cita y...¡ay mi oreja!—ella le había agarrado en un rápido movimiento.

—¡Ahora!—ordenó ella mientras la arrastraba hasta la habitación.

Yoko le dijo que no se preocupase, que ella se encargaba de todo así que levantó el pulgar.

Nada más entrar a la habitación y cerrar la puerta, Enid se cruzó de brazos preguntando el motivo por el cual había hecho eso.

—¿Estás segura de esto?—le preguntó con la mirada fría y serie que siempre mostraba.

—¿Sobre qué?

—No te hagas la tonta, es sobre Tn. Sé perfectamente que tienes sentimientos por él y si sale con ella no vas a parar de llorar durante lo que queda de curso—respondió.

—¿Tanto te preocupas por mí?—se acercó con una sonrisa y emocionada.

—No te hagas falsas ideas, si tú estás mal y no paras de llorar me molestarás y acabaré usando una almohada para asfixiarte—contestó seria—si tienes realmente sentimientos por él díselo antes de que Divina lo haga.

La rubia sabía exactamente a lo que se refería con lo de estar triste, y aunque su forma no era la correcta, mostraba una preocupación por ella.

—Entiendo, pero no creo que ellos dos salgan juntos—dijo—apenas se conocen y...

—En estos años donde empiezan a salir con gente que apenas conocen...¿realmente piensas así?.

Eso dejó algo preocupada a Enid quien estaría toda la tarde preocupada y pensativa, pero en silencio para no molestar a Miércoles quien escribía algo distraída porque en el fondo de su oscuro y frío corazón se preocupaba por Enid, porque  quisiera o no, eran mejores amigas.