-18

1.1K 90 45
                                    

-Gi-Tomioka... -Prefirio no preguntar aún. -¿Por qué carajo se te ocurre desaparecer tanto puto tiempo? Me tenías asustado. ¿Por qué ahora se te ocurre abrirme la puerta?

-Hable con Tokito en la tarde, perdón por preocuparlos. -Respondio el ojiazul.

"Preocuparlos"... Sonaba una palabra muy extraña para Giyuu siendo a lo que se refería, según él era imposible que se preocuparan por alguien como él, pero no encontró otra palabra para describir la situación en ese momento.

-Ese niño del demonio. -Contesto Obanai rodando los ojos. Giyuu en respuesta solo una débil risa, para luego invitar al más bajo a pasar a su hogar.

-¿Tienes hambre? -Pregunto el más bajo dispuesto a preparar algo.

El estómago de Giyuu estaba considerablemente vacío, sin embargo no sentía hambre en absoluto. -Realmente no.

-Tomioka, ¿siquiera haz comido algo? Te vez muy delgado.

-Si, si he comido. -Giyuu se sorprendió, nisiquiera él había notado su bajo de peso.

-¿Estas seguro?

-Me se cuidar solo, no tengo hambre.

Obanai penso que quizás si estaba preocupándose demasiado. Pero no por eso dejaría a un lado su brazo, tema el cuál ya no pensaba evitar más tiempo.

-¿Te sientes bien, Tomioka? -Pregunto.

-Si. -Giyuu se sentía en un cada vez más interrogatorio y ya no le estaba gustando sentirse así.

-Sentí algo en tu brazo. -Mierda, Obanai solto las palabras de golpe.

El azabache contrario se tenso. -L-llevo algo debajo de esto, tenía frío, eso debiste sentir...

-Tomioka, estamos en primavera.

Carajo, se había jodido a él mismo y ya no sería creíble ninguna excusa.

-B-bueno es que aquí dentro hace frío, ¿sabes? Hey-¡hey! ¿¡Qué haces!? -Antes de poder apartarlo Obanai ya había agarrado su muñeca.

En otra ocasión, el ojiazul simplemente apartaría su brazo, de todos modos siempre ha tenido más fuerza que su invitado. Pero ahora el caso es bastante distinto, Giyuu ya no entrena como antes y estaba agotado por llorar tanto y comer tan poco.

-Si lo que dices es cierto, no debe haber problema en que vea tu brazo.

-Para... -Este había comenzado a sudar al pensar en la idea de ser descubierto denuevo.

-No te voy a dejar hasta asegurarme que no hiciste nada, me preocupas.

-No me hice nada... ¿No confías en mí? -Inconscientemente, ya estaba intentando manipularlo para safarse de esto.

Pero Obanai no es nada tonto cuando le conviene. -Si estas tan seguro de eso, ¿por qué debería haber problema es que me los muestres?

-¡Suéltame! -Giyuu alzo su tono de voz. -¡No me hice nada ni tampoco debería preocuparte!

El más bajo dió un golpe a la mesa y se levantó. -¡Sentí una venda carajo! -Este igualmente alzo el tono. -¡Obviamente estoy preocupado!

-¿¡Por qué carajo te importa tanto!?

-¡Porque me preocupas carajo y porque me gustas!

-¡Yo no pedí gustarte! ¡Déjame en paz de una vez maldita sea! -Giyuu en reflejo le alzó la mano, una mala costumbre que había adquirido.

Obanai por instinto se cubrió con uno de sus brazos, observo la mirada arrepentida de Giyuu. -Lo siento, ya me voy. -Tras esto se dirigió hacía la puerta, ignorando por completo las disculpas del más alto.

Cara de rata. (Obagiyuu/Giyuuoba)Where stories live. Discover now