Capítulo #8

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Ella me mira, esperando que esta vez hable yo.

Entre todos los pensamientos en mi cabeza por lo que acaba de decirme, el que más escucho es ¡VE!, dile que si, que irías con ella a todas partes, pero también tengo que pensar en otras cosas y después de unos segundos comienzo a hablar.

-No se que decir, me toma por sorpresa esto, es muy rápido - camino unos pasos hacia atrás.

-Lenita me dijiste que el trabajo en el restaurante es solo cuando te llaman y por gusto, estás de vacaciones de tus estudios, no tienes excusas - deja de sonreír - O al menos que tu no quieras ir conmigo.

Suspira y pasa su mano por su gorrito

-Baby, dime que sí, no te vas a arepentir.

-¿Cuando piensan irse? - pregunto más seria.

-No lo sé, cuando Mari arregle todo y tu me digas que si.

-Si quiero ir, pero te conozco de un día, tampoco es como que sea así de fácil, yo no se si tu quieres secuestrame -lo último lo digo en broma para aligerar un poco mi seriedad.

Despues de obtener una sonrisa de su parte se acerca y vuelve a tomarme de la cintura, sube su mano lentamente, pasa por mi estomago, sube por mi pecho y termina en mi cuello, esto se puso caliente de un momento a otro yo no dejo de mirarla.

-Elena, yo necesito que vayas, no quiero terminar las cosas aquí, me gustaría disfrutarte de muchas maneras y que tu hagas lo mismo.

No tengo objeción a eso, mis pensamientos se quedan en silencio ante lo dicho por ella y sin pensarlo digo.

-Iré contigo.

Me sonríe, su mano acaricia mi mejilla y me besa, lento, tan lento que me escucho suspirar y a la vez siento que sonrie mientras me besa, cada vez su beso se hace más intenso conforme pasan los segundos, siento sus manos bajar hasta mi pecho y esta vez mis manos cobra vida propia y arden por tocarla, pasan por su espalda y llegan hasta su muy agraciado trasero, la junto hacia a mi y esta vez la escucho gemir.

¡Dios!, sí solo con tocarnos con la ropa encima me hace sentir tantas cosas, no logro imaginar cuando estemos desnudas y eso lo quiero ya.

Me separo un poco y veo sus ojos azules más oscuros y su pupila dilatada, me siento tan afortunada de ser quien la tiene así, aquí en estos momentos.

-¿De qué te ríes? - pregunta.

-Dijiste que querías ir lento.

Cierra sus ojos, como si se arrepintiera de haberme dicho eso y pega su cabeza en mi pecho, la abrazo y comienza a reír.

-Cierto, cierto y solo por que se que te tendré en traje de baño yo podré aguantar hasta verte así - mira hacia arriba - Pero haya no daré tregua.

Echo mi cabeza para atrás de la risa que me da al escucharla decirme eso.

-Quizá y sea yo la que no te dé tregua.

-Eso me gustaría, ahora yo podré esperar, pero un beso no me lo vas a negar.

-¡En este momento yo no te negaría nada!.

Levanto su rostro y la beso, es un beso suave, casto y tierno.

-¡Pero que delicia! - sonríe- Espero más esta noche, porque sé que es lo único que conseguiré - camina hacia la sala - Ahora terminemos de ver la película.

Hago una mueca que ella no logra ver, pero como me lleva de la mano termino caminando detrás de ella hacia la sala.

....

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