Créeme

Nosotros: tercera parte

—Baja aquí, Karin.

Sasuke estacionó frente a un restaurante muy prestigioso, se suponía que debía reunirse con unos socios de la empresa de su padre pero todo eso cambió cuando Naruto apareció frente a él. La pellirroja bajó del asiento trasero.

—¿Estás seguro de esto?-preguntó ella, preocupada. Ella tenía experiencia en los negocios y estaba segura de hacer un buen trabajo, pero sin la presencia de su primo, quizás se molestarían. Ellos y principalmente su padre.

Naruto, que guardaba silencio junto a Sasuke, se animó a hablar.

—Sasuke... no quiero perjudicarte, po-podemos vernos luego.

—No-negó rápidamente, tomó su mano entre la suya y le sonrió—Para mí, tú eres más importante que esto. Iba a ir a buscarte y me has facilitado el trabajo, necesitamos hablar. No me dejes otra vez.

—No me iré a ningún lado...-le miró sonrojado.

—Hay tortolos, me dan ternura.

—Vete, ya-frunció el ceño el azabache.

—¡Deséame suerte!

—¡La tendrás!-Sasuke vio como entraba dentro, y puso en marcha el vehículo de vuelta—¿Te parece bien que vayamos a mi departamento?

—Claro.

—Está a solo unas cuadras, luego puedo alcanzarte a casa. ¿Vives con tu mamá?

—Sí, volví con ella.

—¿Y tu departamento?

—Me salí de ahí, me trae malos recuerdos...

—Entiendo... lo siento.

—No es tu culpa, no te preocupes-le sonrió.—Tú... tú y Karin-

—¡Solo somos primos!-le interrumpió sorpresivamente.

—Ya veo...

Tal como el ojinegro había dicho, llegaron pronto al nuevo departamento, una zona tranquila. Las casas a su lado lucían bien sofisticadas y todas tenían alarmas. Naruto le espero en la puerta, mientras acomodaba al auto en la cochera.

En cuanto entraron, Sasuke cerró la puerta y abrazó al desprevenido blondo.

—Te extrañe, pensé que jamás volvería a verte-sollozó.

Naruto no pudo evitar sentir sus ojos llenarse de lágrimas.

—Yo... yo también-correspondió su abrazo.

—Perdón...-se separó y se limpió rápidamente los ojos con el dorso de su mano—Por favor, siéntete cómodo, ¿Quieres beber algo?

—Ju-jugo está bien-estaba un poco nervioso y feliz.

—Espérame aquí...-fue hasta la cocina.

Naruto admiró la sala de estar, había un juego de sillones color beige. Una mesada pequeña de vidrio, un florero y algunos adornos simples. Era espaciosa y grande a la vista. Se sentó en el sillón contemplando en la esquina sobre un mueble un portarretrato de Sasuke e Itachi en la playa cuando eran niños.

—Regresé-apareció con una bandeja, en ella una jarra de jugo y dos vasos de vidrio. Se sentó a su lado y le sirvió un poco—Toma.

—Gracias-bebió un sorbo.

—Tengo tantas cosas que preguntarte y a la vez decirte, que no sé por dónde empezar-el blondo percibió claramente que estaba un tanto nervioso, al menos no era el único.

—Yo... me siento igual, teme...

—Ese apodo-le sonrió con ternura, tomó sus manos entre las suyas—¿Recuerdas todo?

—Todo-asintió—Momentos malos y buenos.

—Estoy tan feliz por ti y Kushina, me dolía mucho verte así...-Sasuke entonces sintió como sus emociones se liberaban—Mierda...-sus ojos se llenaron de lágrimas otra vez.

—Sasuke... yo no quería que termináramos tan mal. Fui un estúpido, debí ir a verte al aeropuerto... pero no... no pude...-lloró.

—Para ser honesto...-el azabache puso la mano en su mejilla y le acarició—Yo también soy un estúpido. Dejé que mi hermano me llevara, me diagnosticaron depresión. No puedo recordar, sé que hay varios tipos... y luego, está mi problema de arritmia, lo del corazón. No quiero pensar mucho en eso, ahora estoy bastante mejor. No puedo negar que estar afuera me hizo un bien, pero también me abrió los ojos con respecto a lo que siento por ti-abrir su corazón era realmente vergonzoso, no podía esconder el sonrojo de su rostro—Yo te amo, Naruto, perdí tu amistad y luego pasó aquella tragedia que no saldrá nunca de mi cabeza...

—Sasuke...-lo tomó entre sus brazos y sintió como su cuerpo temblaba—Ahora estoy aquí contigo, cálmate-le susurró.

—Pensé que te perdería para siempre, y cuando creí que estarías bien... tú nos olvidaste a todos y solo podía rezar porque volvieras a ser el de antes... pero el tiempo pasaba y no había cambió alguno. En todo ese tiempo, nunca salí con nadie-Sasuke se apartó y le miró fijamente con la cara empapada en lágrimas—Tú ya estabas en mi corazón-le sonrió—Aunque me dolía verte salir todo el tiempo con gente extraña, yo seguía esperando un milagro.

—Temo que no podré borrar el pasado-respondió angustiado—Necesité tiempo para pasar página, abandoné ese horrible trabajo y busque algo mejor. Y cuando creí estar listo, solo pensaba en ti, Sasuke, nos hemos hecho mucho daño uno al otro. Aun así, quiero estar a tu lado-tomó su mano—¿Está bien? ¿Podemos empezar de vuelta?

—Sí...-le sonrió.

Tímidamente fueron acercándose poco a poco, Y Sasuke fue quién acabó con la distancia de sus rostros y sus labios se fundieron en un dulce beso. Algo que ambos añoraban demasiado tiempo atrás. Un peso enorme abandonaba sus cuerpos y solo deseaban el dulce contacto y calor del otro. Era una felicidad inexplicable.

El azabache preso de su deseo, tumbó al blondo sobre el sofá y metió su lengua para jugar con la ajena. Naruto no podía estar más ruborizado, sus respiraciones se aceleraban al igual que sus corazones, pero entonces un Sasuke avergonzado se apartó de encima de él.

—Lo lamento-se levantó del sillón.—Acabamos de reencontrarnos y recién comenzamos...

—Teme-se levantó, y esta vez, sin atisbo de nervios habló directo—Yo te amo, y no podría estar más feliz como ahora. He soñado probar tus labios por mucho tiempo-confesó sonrojado—Quiero compartir muchas cosas contigo, tú... podríamos...-nunca imaginó que sería tan difícil decirle que quería tener sexo con él—Nosotros... podemos...-no hacía más que tartamudear.

—Ja, ja, ja, ja.

El ojiazul quedó fascinado con su risa.

—Mi dobe...-se acercó y lo tomó de ambas mejillas—¿Puedo hacerte el amor?-fue dulce y sincero y Naruto derramó lágrimas de alegría.

—Sí...-susurró abochornado.

Sasuke le besó suavemente los labios, tomó su mano y lo llevó a la habitación. Su gran amor finalmente iba a ser consumado.

Como están queridos lectores, cuanto tiempo. Espero que anden muy bien, yo sigo trabajando arduamente y llego tan cansada que no hago más que leer manghuas jajaja y a propósito, les cuento que pronto saldrá a la luz mi nueva historia. Será de reencarnación. Naruto en una novela. Espérenlo con ansias. Nos vemos en el extra.