VIII

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La primer semana terminó y ya todos tenían a sus grupos de amigos. La mayoría del salón se llevaban bien, a excepción de Mina; ella cada vez que veía a Denki solo lo miraba con mala cara, este seguía sin entender la razón.

Kirishima siempre trataba de mantenerse alejado aunque después su mirada lo delataba; terminaba observando a aquel rubio que le gustaba tanto, aunque sabía que eso estaba mal.

Los meses siguieron pasando, cada vez que quería acercarse a hablarle como profesor a alumno, su mente lo detenía ya que sabía que sus intenciones no serían esas.

La pelirosa junto a su amiga siempre andaban cerca del pelirrojo, no era novedad; todos en su clase sabían que la pelirosa estaba enamorada de su profesor.

Denki solo observaba, después de todo no podía hacer nada. ¿Cómo un chico podía coquetearle a alguien de su mismo género? Simplemente no encontraba la manera, así que solo se resignaba a observar.

Aunque él sin saberlo, a veces llegaba a coquetear un poco con su profesor, pero ninguno lo notaba; la única que llegaba a notarlo era la pelirosa.

Mientras tanto, muchos de los alumnos empezaban a rumorear que posiblemente el profesor Kirishima y el profesor Midoriya eran pareja. Regularme siempre andaban juntos y rara la vez que se los encontraban fuera de la escuela, los veían juntos. Eso los hacía sospechar, cada vez que les preguntaban sobre eso, ellos no respondían.

Denki en cuanto se enteró solo se decayó más y se comparaba con el profesor pecoso. Era tan lindo a diferencia de él, simplemente no podía competir con alguien tan hermoso como su profesor. Mina claro que lo defendía diciendo que no era posible, que Kirishima para nada se veía gay.

Los meses siguieron pasaron y el festival cultural se acercaba, todos los salones se estaban poniendo de acuerdo para ver que actividad realizarían.

—Lo más normal sería una cafetería—propuso uno de sus compañeros.

—Me parece bien—dijo otra de sus compañeras.

—Que el delegado decida—apuntó a Todoroki.

—¿Yo?—se encogió de hombros. Todoroki se había convertido en el delegado de su clase, la razón fue simple. Al ser el hijo de los que más donaban a la escuela, eso lo convertía en alguien importante. Aunque él no quiso, tuvo que asumir ese cargo y muchas de las veces evadía su responsabilidad y sus propios compañeros salían adelante—pues lo de la cafetería está bien—respondió en casi susurro.

—Que los hombres se vistan de Maid—propuso Mina—eso nos vendría bien, ya que las chicas de las demás clases están interesadas por la mayoría de los chicos de aquí. Aunque no entiendo que les miran—lo último dijo casi susurrando.

—¿Estas loca o que?—se exaltó Bakugou—ni de chiste usare esa ropa.

—Bueno tienes razón, te descartamos a ti. Nadie quiere verte—respondió sin verlo a la cara.

—¡¿Qué dijiste ojos de mapache?!—respondió casi gritándole.

—Suficiente—intervino la delegada—opinó que hagamos una rifa y a quien le toque tendrá que vestirse así.

—Lo que Yaoyorozu dijo—habló Todoroki.

Ella se encargó de hacer los papeles anotando el nombre de sus compañeros para después revolverlos; empezó a sacar los papeles y fue nombrando a quienes se vestirían así.

—Y por último—tomó un papel—Kaminari.

Denki al escuchar su nombre casi le da un infarto, los colores se le subieron y la pelirosa solo lo miró con desperdicio.

Alumno Favorito Where stories live. Discover now