Max se enfrenta a un nuevo reto, un piloto que promete revolucionar las creencias que Max tenía. Hará que este se cuestione todo acerca de él, hasta el punto de caer rendido a sus pies, sin embargo, Max terminará dándose cuenta de que tiene muchas...
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—Escucharon todo, ¿Verdad? —pregunté mirando a Carlos parado en la puerta con Lando detrás.
Carlos se limitó a asentir, su cara estaba roja como un tomate, lo hacía ver tierno, pero siempre con el aire de Massimo.
—Bien, me gustas —Volví a hablar—. Lo escuchaste anteriormente, ahora te lo digo directamente a ti. Me gustas, Carlos.
No sabía cómo, pero Carlos se volvió más rojo que antes, sin embargo, él volvió a mantener el silencio.
—Alguien se volvió tímido —dijo Lando sacándonos una sonrisa.
—Había olvidado que tienes una llave de mi departamento, Lando —habló Lance por fin.
Y así era, este departamento era de Lance, pero acostumbrábamos a quedarnos juntos cada vez que estábamos en el país. Evitábamos los hoteles por la agrupación de personas que causaba, sin embargo, hacíamos una buena elección de departamentos.
Elegíamos los que contaban con estacionamiento subterráneo, nos facilitaba mucho las cosas, además la ubicación era desconocida para todo el mundo.
—Casi me pierdo de camino a este lugar —dijo Lando al aire mientras se quitaba la ropa para unirse a nosotros.
—Todos los edificios de esta zona son casi idénticos —respondí al instante.
—Trae tu trasero aquí, Carlos —dijo Lando mientras se entraba en el jacuzzi.
Ahí fue cuando entendí que Carlos no me respondió, ni mucho menos se quiso acercar hacia donde estábamos, yo no le gustaba y él lo había dejado en claro.
—¿En qué piensas, Max? —preguntó Lance.
—Tengo algo que hacer, nos vemos luego —respondí saliendo del jacuzzi.
Después de eso no podía estar en la misma habitación que Carlos, mucho menos sabiendo que lo había puesto incómodo. Saldría de aquí aunque sea a sentarme en la vereda, pero evitaría estar incomodándolo.
En cuestión de segundos me puse una ropa seca, tome mis llaves, mi celular y la cartera. Cuando estuve en el parqueo me concentre únicamente en encontrar mi carro, todo esto estaba solo y más oscuro de lo que debería.
Lance.
Al instante note porque Max se había ido, era su forma de evitar que Carlos se sienta incómodo porque él realmente parecía estarlo.
Lo dejé pasar porque finalmente alguien le gustaba, finalmente estaba interesado en alguien, y ese alguien se estaba sintiendo incómodo junto a él.
Escuche a Max salir minutos después y Carlos seguía parado en la puerta.
—Carlos —dijo Lando.
Llamando mi atención también.
—Mueve tu trasero y ve detrás de Max, lo hiciste pensar que te sientes incómodo con su presencia —empezó a decir de nuevo Lando—. Es mejor que lo resuelvas.
