Max se enfrenta a un nuevo reto, un piloto que promete revolucionar las creencias que Max tenía. Hará que este se cuestione todo acerca de él, hasta el punto de caer rendido a sus pies, sin embargo, Max terminará dándose cuenta de que tiene muchas...
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—Chicos, hay un problema —dijo Lando mientras caminaba hacia nosotros con su celular en la mano.
En su rostro se notaba la preocupación, tenía la expresión perturbada, lo que hizo que cada uno de nosotros se mostrara interesado en lo que esté diría.
—¿Qué sucede? —preguntó Lance.
—El video se hizo viral —volvió Lando a hablar.
—¿Qué video? —pregunté entrando en la conversación por fin.
—Tú y Carlos besándose.
Los ojos de Carlos se abrieron como platos por la sorpresa, la verdad no tenía la menor idea de cómo estaba pasando esto. No había nadie en el estacionamiento, no que yo lo hubiese visto.
Cuando vimos el video nuestra cara de sorpresa creció, si éramos nosotros en ese video, ese claramente era yo recostado en mi auto.
—Me van a despedir —dijo Carlos.
Segundos más tarde, camino por el pasillo y sé lanzo a la cama mientras nosotros lo mirábamos desde la puerta.
—¿Te van a despedir? —preguntó Lance luciendo incrédulo.
Ninguno de nosotros entendíamos por qué lo despedirían; sin embargo, nadie lo forzó a hablar.
—Es Ferrari —empezó a decir—. Tienen una política privada que prohíbe cualquier tipo de relación homosexual.
—¿Es eso legal? —pregunta Lando.
—Fue a inicios de la creación de Fórmula 1 —empezó a decir Lance—. Se prohibieron las relaciones entre pilotos, pero también con personas del mismo sexo, esto porque en una ocasión uno de los pilotos estaba teniendo algo que ver con otro y terminó dejándolo ganar o en ocasiones obtener mejor posición que él.
—O sea que lo dejaba pasar —habló Lando.
—Exacto, sin embargo, por temas políticos años después esa regla fue revocada de todos los renglones. O eso se dijo.
—¿Cómo sabes eso? —preguntó interesado en su respuesta.
—Una larga historia para después —fue lo que me respondió y por puro instinto entendí lo que quería decir.
—Si esa regla fue revocada, ¿por qué Ferrari sigue teniéndola? —preguntó Carlos.
