Odio Amarte. | NOVAKUKIS |

imposible

–– VAMOS EMI, AL FIN GANAMOS JAJA.–– diría nova emocionado yendo a abrazar a emi.

–– SI NOVI AL FIN.–– Diria emikukis mientras lloraba de alegria

Nova, mirando fijamente a los ojos de emi con una gran felicidad, se quedaria callado unos segundos, su cara se volvería roja y sos ojos empezarian a brillar.

–– TE AMO EMI

Eh?
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Emikukis

Me desperté con el sol acariciando suavemente mi cara, el ruido de las olas en la distancia y el canto de los pájaros. Una nueva mañana en esta loca isla, y lo primero que hago es pensar en Nova. ¿Por qué siempre termino pensando en él? No tiene sentido.

–– Emi, apúrate, tenemos que buscar más pistas hoy –– gritó Nova desde afuera de mi tienda.

–– Ya voy –– respondí, intentando sonar despreocupada. No es posible que me guste Nova, ¿verdad? Él es un idiota la mayoría del tiempo. Tal vez es solo la presión de estar en este lugar.

–– ¿Dónde estas Nova?

–– Aquí estúpida, vamos.

Durante el desayuno, Nova continuó con su comportamiento extraño, siendo más amable y atento. Estaba segura de que solo lo hacía para fastidiarme. ¡Qué imbécil! ¿Por qué no puede ser el idiota habitual que conozco?

–– ¿Te pasa algo, Emi? Pareces molesta –– preguntó Nova, genuinamente preocupado.

–– Nada que tú puedas entender –– respondí bruscamente. ¿Por qué no puede entender que prefiero sus insultos y bromas? ¿Por qué no puede dejar de confundirme? Me hace sentir vulnerable y odio sentirme así. Lo odio por hacerme sentir de esta manera.

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Mientras caminábamos buscando pistas, intenté razonar conmigo misma. Si solo pudiera convencerme de que esto es una fase pasajera, todo volvería a la normalidad. Tal vez si le muestro que no me importa, él también dejará de actuar extraño.

–– Oye, Nova –– dije, intentando sonar casual. –– ¿Por qué no volvemos a competir como antes? Este juego de ser amables no es nuestro estilo.

–– ¿Estás segura? Pensé que te gustaba cuando soy más amable –– respondió Nova, levantando una ceja.

–– Sí, pero creo que es mejor que seamos como siempre –– mentí, deseando que mi voz no temblara. Si puedo fingir que todo está bien, tal vez lo esté.

–– Sí vos decis, estúpida.–– diría nova mientras estaría buscando en los arbustos.

–– Sí yo digo, E-estupido.–– ¿POR QUÉ ME CUESTA TANTO INSULTARLO?

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A medida que avanzaba el día, me di cuenta de que nada estaba cambiando. Mis sentimientos seguían ahí, constantes y confusos. La realidad me golpeó con fuerza: me gustaba Nova. No, no podía ser. Pero era.

–– Emi, ¿estás bien? –– preguntó Nova, tocándome el hombro con suavidad.

–– Sí, solo... cansada –– mentí de nuevo, mirando al suelo. Sentía un peso en el pecho que no podía sacudir. La tristeza y la desesperación se apoderaban de mí. ¿Cómo podría gustarme alguien tan irritante? ¿Cómo podría gustarme alguien que nunca me vería de esa manera?

–– ¿Cansada de que?, imbecil.

–– De todo, tonto....–– El esta haciendo como siempre pero.... me esta doliendo tanto sus palabras

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Al final del día, mientras nos sentábamos junto a la fogata, algo cambió dentro de mí. Miré a Nova, riendo y bromeando como siempre, y sentí una oleada de cariño inesperado.

–– Nova, gracias por ser mi compañero en esta locura –– dije sinceramente, sin la habitual capa de sarcasmo.

–– De nada, Emi. No lo haría con nadie más –– respondió Nova, sonriendo.

Y en ese momento, acepté mis sentimientos. No podía seguir negando lo obvio. Me gustaba Nova, con todas sus imperfecciones y burlas. Y aunque nunca se lo diría, al menos ahora sabía lo que sentía.

Esa noche, mientras me acurrucaba en mi saco de dormir, una sensación de paz me invadió. Tal vez las cosas no serían fáciles, pero al menos entendía mis propios sentimientos. Y con eso, podía enfrentar lo que viniera, un día a la vez.