El hijo del demonio

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- cuando uno se casa firma un contrato, que le da al otro control sobre su pareja, esto solo se aplica en las parejas que gobiernan el infierno. Cuando Chuuya se casó,firmó para que Dazai tuviera control sobre su cuerpo...

- ya veo así que si derrotó a mi padre ¿lo liberaré de ese trato?

- asi es ¿no piensas hacer eso verdad?

- claro que lo haré

- muy bien pero ese ya es tu decisión
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- señor— un pequeño demonio se arrodilló ante fue jefe— encontramos a este joven tratando de entrar al palacio su permiso

- oh, ya veo— dejó de ver a Chuuya, quien era más su sirviente/esclavo a ser su esposo— así que— el castaño vio a quien habían reclutado— dios está mandando a sus ángeles a mi reino ¿eh?

- no...no es lo que cree

- tu, eres un ángel ¿que hace dios mandando a sus malditos ángeles al infierno? ¿Acaso quiere iniciar una guerra?

- no...yo... soy un ángel caído

- dime tu nombre

- sigma...

- hm, sigma— el más alto invocó un papel que parecía más un pergamino— ángel de clase alta, casi a la altura de mis overlords, ¿porque estás en el infierno?

- yo...rompí una regla sin saberlo.

- ¿que regla?

- ayude a un alma...en el cielo hay un juicio donde se determina si una alma humana es perdonada por sus pecados y ver sus arrepentimientos, si sus pecados no pueden ser perdonados es mandado al infierno.

- aja

- yo...dile que no perdonar un encarcelamiento de cárcel por un crimen no cometido, era una injusticia...

- te desaterraron por nada

- si...

- ¿no quieres venganza?

- la venganza no es buena...

- es el infierno, te propongo un trato

- ¿un trato?

- me das acceso al cielo, asesino a quienes te han hecho daño, te daré el poder que necesites, solo que serás mi sirviente por el tiempo que yo quiera

- osamu...— Chuuya quizo intervenir, pero una cadena en su cuello fue creada, obligándolo a caer al suelo, ante los pies de su marido—

- tu no tienes nada que ver en esto, no puedes detener cuando estoy negociando y lo sabes— el castaño malo de la cadena, teniendo a Chuuya bajo de él, con ojos rojos en su rostro—

- yo solo

- no digas nada, recuerda que yo tengo control sobre ti, si yo digo que te calles, lo haces, ¿entendiste?

- s-si...

- en fin, piénsalo. ¡Llévenselo!— Dazai dio la orden de que lo llevaran al calabozo, luego haría que hacía con el ángel—
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Fumiya volvió a su castillo, trataba de al menos sacar a su madre de ahí, entrando por el pasadizo secreto que había en el calabozo de tal castillo.

Casi nadie había ahí dentro, alguno que otro demonio que haya intentado quitarle la corona al rey, pero nada más que eso.

Fumiya vio al chico de cabello blanco y morado, quien tenía un tono de piel blanca, mientras lloraba con ojos un poco rojos.