# 37: Los sueños que aún persisten

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Cuatro meses: ¿Todo ha terminado...? Debería estar feliz. Esta vivo. ¿Cómo eso no puede ser una prioridad en su mente traicionera? La felicidad fue barrida. Los abrazos de bienvenida lo fueron todo una pequeña distracción. Cuatro meses. Se desvaneció... los novatos debían estar creando su propios recuerdos. Y él veía su inevitable desenlace.

Ser olvidado. 

¿Cómo es que todo se terminó...? Los sueños mueren. La línea de meta es distante. Todos están corriendo. La vida es un carrusel eterno. Sin descansos. Estático. Observando a todas las personas que ama corriendo, (t/n)... observándola continuar con su camino a los sueños que aun la abrazan. No ha sido abandonada. El mundo la ama. Él está siendo olvidado... recuperándose, desea volver a correr con todos ellos, desea volver a tener el mismo nivel de habilidad que se desvaneció con los meses donde su cuerpo luchaba eternamente. Debía volver a recorrer esos caminos, volver a esforzarse... debía de... incluso si olvidaba lo más importante a menudo los pensamientos traicioneros nublaban su felicidad. Volver a casa con cansancio, (t/n) nunca soltaría su mano... ¿Cómo sucedió que salió tan ileso de ese accidente? Claro, tuvo heridas fatales... aun así ni una sola cicatriz en su cuerpo, como si nunca hubiera sucedido, observando las manos de su esposa (t/n); Ella vivió lo mismo... ella atravesó el mismo infierno, llena de cicatrices. Otras más visibles... otras más ocultas en su cuerpo, sabía que la unica persona correcta para buscar apoyo era ella. 

Se aferraría con su vida a ella. 

 Saldría adelante... confiaba en ella. No estaba solo o abandonado. Ella una vez renuncio a sus sueños... sabía cuánto dolia desvanecerse. Sintiéndose con poco derecho a sufrir... comparando su accidente con el de ella a menudo, (t/n) estuvo en coma durante un año completo... dormida en una cama en un solitario cuarto. Ella estuvo sola, él no... él tenía a todos sus amigos, todos estaban con él. Ella salió adelante... no, eso no era verdad... observándola dormir en la noche en sus brazos con su cabello enmarañado, porque su mente nunca borraría el momento en que se conocieron... el dolor la hacía odiosa, estaba bañada en agonía... no recupero su camino de la noche a la mañana. Fueron años difíciles... él solo tuvo la fortuna de estar destinado a arribar a Radiador Springs. Sosteniéndola en sus brazos... si eso nunca hubiera sucedido las cosas serían diferentes. Nunca hubiera amado tanto el sabor del café en las mañanas o como amaba ir de paseo por carretera, sin rumbo... solo ellos dos.  

¿Las cosas volverían a la normalidad...? No mientras existiera Jackson Storm. No mientras él fuera el nuevo novato. Derrotarlo casi le costó la vida. Y ni siquiera estuvo cerca de derrotarlo... era lento. Su auto era lento. ¿O era él...? Estaba perdiendo su toque especial. Cuestionándose tantas cosas, sus pensamientos inquietos en noches constantes. Observando en el amanecer a (t/n) levantarse de la cama sin siquiera moverse demasiado. ¿Estaría Doc decepcionado de él... al ver como no podía siquiera levantarse de la cama porque algo falso había muerto? Suspirando. Estremeciéndose al sentir una mano a su lado acariciándole los cabellos, abriendo sus ojos cuando observaba a (t/n), esa mirada de preocupación... no tardaría en sonreírle, pero bien sabia... que ella no caería en esas mentiras.

Bien conocía el dolor. 

Conocedora de una mente traicionera.

Sus manos instintivamente se enredarían en su cintura: Ella era lo único atándolo a la realidad. Inhalando su aroma. Aferrándose cuando su rostro quedaba en el vientre de ella. Derramando sus propias lágrimas saladas sin temor de ser visto en su momento más débil. Ella podría verlo en su peor momento & aun así lo amaría tanto. Sus manos en su cabello, ella lo amaba tanto... se volvería a levantar con su ayuda. Saldría adelante... no estaba solo, no al sentir sus manos cuidándolo como nunca nadie lo hizo. 

Our Town {Rayo McQueen & Lectora} CarsWhere stories live. Discover now