07

232 38 29
                                    

—¿Viste la nueva publicación de la cuenta de confesiones?

—¿Me llamaste para esto? Pensé que estabas tan mal que hasta querías matarte. ¿Estás bien?

Fang observaba el techo mientras tomaba un jugo de uvas, escuchando la voz de Janet al otro lado del teléfono

—Sí, pero estoy hospitalizada tomando antidepresivos, así que no estoy tan mal. Además, algunos enfermeros son bastante guapos —respondió Janet con un tono ligero, casi despreocupado.

Fang hizo una pausa para pensar. "¿Te pueden hospitalizar por estar triste? Eso está loco."

—¿De que nueva publicación me querías hablar?

—¿Recuerdas a esa chica súper alta con pelo rosa? Creo que se llamaba Melodie —dijo Janet, su voz adquiriendo un tono más intrigante.

—Sí, la recuerdo. ¿Qué pasó?

—Hay una publicación que dice que es trans.

Fang se atragantó con su jugo al escuchar esta información. La noticia lo tomó por sorpresa. —Nunca lo pensé, imagina cómo estará de sorprendido Draco. ¿Crees que la dejará?

Fang revisó su celular rápidamente y vio la publicación. Observó con atención un post que mostraba un acta de nacimiento.

—No sé... Me da pena —Janet suspiró al otro lado del teléfono.

—Janet, han publicado cosas de todos nosotros. No creo que le hagan daño —dijo Fang, tratando de sonar tranquilizador

—Lo sé —respondió Janet con un dejo de resignación. —Aun así luce peor de lo que publicaron de nosotros.

—Un poco, creo.— Dijo Fang con confusión, ya que no sentía mucha empatía. —¿Cuándo volverás?

—Ya no estoy tan triste y estoy muy dopada, así que creo que volveré pronto, al menos para ayudarte. ¿Tienes algún sospechoso por ahora?

—Solo Colette, la mejor amiga de Edgar —dijo Fang, frunciendo el ceño.

—Oh, la loca.

En ese momento, Fang notó que tenía una llamada entrante de Cordelius, alguien con quien no hablaba mucho. La curiosidad lo hizo cortar la llamada con Janet y atender la de Cordelius.

—¿Hola?

—¿Quieres drogas?

—Vete al carajo —dijo Fang mientras colgaba, pero Cordelius volvió a llamar.

—Necesito tu ayuda, Fang.

—No soy psicólogo.

—De verdad, tienes muchas amigas y podrías ayudarme mucho. Véndeles mi droga y te doy un porcentaje de las ganancias —Cordelius se escuchaba preocupado, casi suplicante.

—¿Cómo conseguiste mi número?— Fang dijo con un tono enojado y confundido, pero fue ignorado.

—Estoy muy mal desde que me echaron del instituto. Mis padres ya no me quieren —Cordelius hablaba más rápido de lo habitual y sin tantas insolencias. Fang se quedó en silencio, intrigado.

—Fang, hijo de perra ¿Me escuchaste?

—Si te escuché, puto drogadicto, no puedo, no me puedo arriesgar.

—Escucha, mi novia sabe algo de informática y puede hacer que borren la cuenta o rastrear la ubicación de esta, se que estás preocupado por eso.

—¿Quien te dijo?

—Jacky.

Fang volteo los ojos con desagrado. —¿Dónde estarás?

—Ven a mi casa, mi dirección es— Fang saco lápiz para anotar el lugar, estaba un poco inseguro ya que era un lugar algo remoto, pero si eso lo podía ayudar lo intentaría.

Tu Secreto | Buster x FangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora