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Ha: Pues claro, si es verdad que tu personalidad es algo... extraña. Eres algo repelente a decir verdad.

Fenrir pareció verse molestado por el comentario de su amigo.

Fe: No le hagas caso Yamato, si es verdad que hay algunas cosas que con el tiempo irás arreglando. Pero no eres mala persona, cuando la gente es buena se nota.

Hanzo dejó de apretar las mejillas de la joven tranquilamente.

Ha: Ahí tiene razón, tienes un corazón de oro. No veo por qué no el chico ese de tira que no.

Ya: Bueno, yo me lo pienso y eso...

Diría esta avergonzada mirando a un lado. En ese justo instante, en la pizzeria entraría una figura excesivamente extraña. Parecía superar los dos metros y medio y ser excesivamente corpulento, su cuerpo se encontraba completamente cubierto por una túnica purpura y una máscara negra completamente plana con tres puntos azules en forma de triángulo invertido se encontraban en el centro. De el solo se podían ver las botas de cuerpo de enorme tamaño que este poseía y se acercaría a la mesa del trinomio. A pesar de lo previsible, los tres parecían estar bastante felices y sonrientes, Fenrir que era el más próximo a este se levantó ofreciendo su mano que fue apretada por el guante de cuero del ser.

Rossi miraria curioso a la distancia, al parecer ese ser parecía tener cuatro brazos y bajo esa túnica estar cubierto completamente se pies a cabeza por ropajes del mismo color que la túnica. Por su físico y los cuatro brazos era fácilmente identificable como un Orco.

Fe: ¡Wand!

Una voz muy grave pero amigable se hizo presente pareciendo provenir de aquel ser.

Wa: ¡Avalon!

Yamato extrañada se giraria hacia Hanzo para preguntar a su oreja en voz baja.

Ya: ¿Avalon?

Ha: Ah si, es su mote de cazarrecompensas.

Ya: Entiendo...

Fenrir no pudo evitar como la imponente figura del gigante hizo empaqueñecer a tal grado de opacar completamente la existencia se alguien quebse encontraba detrás del Orco. Parecía ser una niña sheyk, reconocibles por sus características albinas.Sus ojos morados de hermosos. Parecía enferma, vestida con harapos sucios y sucia. Difícilmente tendría los doce años  estaba despeinada y con ojeras. Sus manitas agarraban con muchísima fuerza la túnica del Orco.

Fe: ¿Y eso que tienes ahí?

Wand se giraria ligeramente para ver que se trataba de la joven.

Wa: La vendían, de rebajas, casi muerta.

Hanzo decidió pronunciarse al respecto.

Ha: ¿Has comprado una esclava?

Wa: Tendinitis, esguince en un tobillo, conjuntivitis, caries, tuberculosis, desgarro anal, constipado, anemia, pulmonía. Ahora solo está cansada.

Fe: De verdad... Tu Éter de Sanación es el más potente que conozco. Y me alegro de que sea tuyo, amigo.

Ha: ¿Por cuanto te ha salido?

Preguntaba el semihumano mientras que sacaba de su chaqueta un cigarro y un zippo para encender el mismo.

Wa: Setenta de plata.

Yamato permanecía bastante atenta al no enterarse mucho de que estaba pasando más o menos.

Fe: Bueno, el niño está en la nave.

Fenrir sacaría de su chaqueta unas llaves que entregaría al orco, este con sumo cuidado las agarraria para guardarlas bajo su túnica purpura.

Wa: Gracias, el pago lo tiene el Gran Capitán, ya repartirá.

Wand comenzó a caminar lentamente con cuidado hacia fuera para tratar de no romper nada tal y como entró acompañado de la joven.

Ha: Me cae bien ese tío. Aunque suele hacer cosas raras a veces.

Fenrir tranquilamente se sentó en la silla de nuevo para reposar los codos sobre la mesa.

Fe: Es el único Orco bueno del que he oído hablar...

Yamato curiosa, decidió preguntar la tormenta que recorría su mente.

Ya: ¿Y para que coño quería al gordo ese?

Un-Turned | Armageddom ÚltimaWhere stories live. Discover now