Escucha, y las Estrellas Hablaran (Listen and the Stars Shall Speak)

~Flashback~ Apple

Rainkeeper se despertó sobresaltado, sin saber qué lo había sacado de un sueño tranquilo. La brillante luz del sol entraba a través de las ventanas de la habitación. Todo estaba tranquilo, perfectamente sereno. Pear estaba acurrucada junto a él, sus rasgos relajados mientras dormía. Él le sonrió suavemente, hasta que hubo un ligero tirón en su cola. Él miró hacia arriba. Su cola colgaba del costado de la hamaca y terminaba a unos centímetros del suelo. Una pequeña dragonita se aferró al final, tirando de su cola con una sonrisa traviesa en su rostro.

La sonrisa de Raineeper creció. Apple. Su pequeña hija tenía sólo unos días, pero era inteligente. Después de todo, de alguna manera había logrado salir de la cama y entrar a su habitación. Era una cosita dulce que sorprendentemente se parecía a Pear. Nadie sospecharía jamás que ella era en parte Nightwing al mirarla. Tenía escamas Rainwing normales, tenía veneno y su cola se curvaba como la de Rainwing. Pero hubo una cosa en Apple que los dejó completamente impactados.

Tree-Bud no la odiaba.

Ese apestoso perezoso odiaba al mundo entero. Literalmente todo y todos. Desde Prince Cliff de los Skywings hasta ese grano de arena en esa duna de arena en un lugar en el que nunca había estado. Tree-Bud era malo y arrojaba frutas a las cosas que más odiaba. Por lo tanto, Rainkeeper ocasionalmente todavía sufría nuevos moretones por caminar demasiado cerca del árbol del perezoso.

Pero no odiaba a Apple. Por alguna razón, no podía odiarla. No tenía absolutamente ningún sentido. Fue simplemente extraño.

Volviendo a la realidad, Rainkeeper cerró los ojos, fingiendo estar dormido mientras Apple trepaba a la hamaca y caía de pie con un pequeño chirrido. Se giró ligeramente y le susurró a Pear.

"Tenemos una visita". respiró. Ella sonrió lentamente, despertándose un poco.

"Diles que vuelvan más tarde". ella insistió.

"Bueno, lo haría, pero ya están aquí". Como para enfatizar su punto, Apple tiró del pie de Pear, como si estuviera intentando despertar a sus padres. Pear sonrió al darse cuenta de lo que quería decir Rainkeeper.

"Uno", susurró suavemente.

"Dos", respondió ella.

"¡Tres!" Saltaron y agarraron a Apple, acercándose y haciéndole cosquillas. Ella chilló y se rió tanto que su cara estaba roja como un Skywings.

"¿Estabas jugando con mi cola?" Rainkeeper bromeó con voz profunda. Apple estalló en otro ataque de risa mientras asentía. Pear esbozó una sonrisa cuando Rainkeeper volteó a la pequeña dragonita, haciéndola gritar de nuevo.

"¿Y qué estabas haciendo aquí?" Pear cuestionó cuando Rainkeeper la puso en pie nuevamente.

"¡Los estaba despertando!" Ella exclamo.

"¿Y por qué harías eso?" Apple sonrió.

"¡PORQUE QUIERO JUGAR!"

Rainkeeper dejó escapar un falso grito ahogado.

"¡Entonces tenemos que ir a jugar!" -anunció, levantándola mientras salían de la hamaca.

"Oye", les recordó Pear. Ella besó sus frentes en broma. "El desayuno primero".