Inefable

¡Tú me enloqueces Luka!

Luka

La respiración acelerada, el alcohol y las ganas en la cúspide, y el poco raciocinio que me queda procesando lo que acaba de pasar.

—¡Estás loca!

—¡Tu me enloqueces Luka!

No puedo parar de besarla, siento que algo en mí pecho se libera con cada suspiro, esta chica tiene algo, algo que no puedo descifrar. Es tan diferente a mí, sin nada que esconder, espontánea, con esa mirada arrebatadora y penetrante, que puede leer hasta los miedos más profundos. Y yo temo a una persona así, no puedo permitirme sentir, volver a sufrir, no puedo permitir que alguien me haga débil, que me lastime. Ni siquiera debería de pensar en esto, no se que me pasa con ella, pero no puedo dejar de pensarla, de sentirla.

—Escápate conmigo. —no puedo creer lo que ha dicho.

—Estas loca.

—Ya lo has dicho muchas veces, acaso no te atreves.

—Te gustan demasiado los retos Becca, pero no soy uno de esos retos. Entiende que debes alejarte de mí.

—Pensé que querías sentirme más cerca, al menos eso parecía hace un momento.

—No lo entiendes Becca, no te regalaré flores, no te llevaré de la mano, no te presentaré a mis amigos, no te diré te amo, ni dormiré contigo y te veré despertar al otro día.

—Yo sé lo que quieres Luka y yo también quiero que me folles , quiero sentirte dentro de mí.

No soporto la erección que me causa oir todas esas perversiones al oído, me enloquece con esa voz tan sensual. ¿Cómo es posible que esa carita tierna oculte tanta perversión?. Sus manos acarician mis piernas hasta llegar a mi erección y la palpa por encima del pantalón, haciendo que me excite aún más.

—Basta ya Becca, estas borracha. —sino paro ahora terminara en mi cama.

—Eres un miedoso Luka.

—Mañana no recordarás nada, estas borracha.

—Sigues repitiendo demasiado las cosas. ¡Tú erección no piensa lo mismo! —continua susurrando cosas en mi oído, y cada vez es peor.

Le agarro la mano deteniéndola, podré ser un patán y todo lo que ella quiera, pero no me aprovecharía de una mujer alcoholizada.

—Te dije que pararas. —Dios estoy demasiado acelerado y es difícil no perder la compostura cuando una fiera te esta acosando.

—Ayer querías sexo, hoy no quieres nada.¿Qué te pasa eres bipolar o tienes trastorno de la personalidad?

—¿De que color es el panties que traes puesto? —susurré lamiendo el lóbulo de su oído

—Azul ¿Qué?,¿Porqué?

—En serio lo pensaste después de responder, ¡No tomarás más, te llevaré a casa!

—No me llevarás a ningún lado. —responde berrinchuda

—Escucha, si el lunes no te has arrepentido de todo lo que has dicho, me darás ese panties azul en frente de todos, es un reto de esos que tanto te gustan. Si lo haces volveremos a hablar, sino olvidaré todo. Tienes dos días para pensar, así que piénsalo bien.

—Te he dicho que no voy a ningún lado.

—No pensaba volver a preguntártelo —la cargué encima de mi hombro, mientras la sujetaba por la parte baja de sus nalgas.

—Suéltame Luka ¡Luka para, para! ¡bajame imbécil!

—Insúltame todo lo que quieras Becca. — llevar sus nalgas en mi cuello, me hace querer narguiarla hasta la mañana.