Un rescate arriesgado

74 14 5
                                    

5. El Karma arrastra las almas malvadas hacia una deuda de por vida.

Mundo Cultivación
☆°•○☆ - ☆○•°☆
______

-- ¿A dónde irás? -- alguien había detenido su andar con su arma de batalla.

-- A salvarlo. -- desenfundó la suya -- Él me necesita.

Así fue como Shen Yuan emprendió su viaje hacía las ruinas tenebrosas del mundo demoníaco, especialmente donde estaba el castillo más temido de todos, llamado La Guarida del Demonio Celestial.

Este último había visitado ese lugar en una misión cuando vivía en una Secta pequeña. Necesitaba recolectar toxinas contra la plaga de sembradores que estaban invadiendo pueblos cercanos.

Por otro lado, florecía un bosque, uno pequeño y frío, donde se hallaba su casita de retiro; ahí vivía junto a un misterioso compañero llamado Shen Qingqiu, quien se había convertido en alguien más que eso.

Shen Yuan le confesó sus sentimientos bonitos a este frío maestro. Hace poco tiempo en medio de un hermoso cielo azul, habían organizado un almuerzo íntimo, dónde Shen Yuan abrió su corazón hacia el mayor, y Shen Qingqiu también lo hizo, llegando a tener un romance con el tiempo.

Al principio fue difícil. Shen Qingqiu desconfiaba de este chico. No tenía otra opción que soportarlo y rechazarlo, pero sin esperarlo, él fue su salvación: lo salvó de una muerte segura.

Su encuentro surgió hace meses, dónde habían rumores de que un Demonio Celestial destruyó sectas legendarias.

En una noche donde Shen Yuan regresaba de su labor como cultivador, ahí lo vió; un hombre plagado de heridas graves arrastrándose por el suelo, débil con sus túnicas desgarradas, lesiones en su cara, cubriendo su ojo derecho con una de sus manos.

Shen Yuan se sorprendió al verlo, y poco después fue a auxiliarlo, dándose cuenta que Shen Qingqiu gruñía de agonía.

-- Oh, por Danxia. ¿Qué le sucedió?, ¿Se encuentra bien, señor?

Shen Qingqiu no se distinguió de un mortal estándar por su apariencia destrozada. Shen Yuan no sospechó que era un maestro cultivador, hasta cuatro días después de su recuperación.

Por consiguiente, Shen Yuan lo ayudó, le curó las heridas y le sirvió hasta su recuperación. Al principio Shen Qingqiu desconfió de su atención, estaba paranoico y arropado de un dolor insoportable en sus entrañas, porque había perdido absolutamente todo.

Luo Bing-ge se vengó de él, buscándolo para destruir para siempre todo lo que ha construido. Incluyendo a la única persona quien creció a su lado como un hermano mayor, hasta que no quedara nada de él.

Su vida había caído en las garras de su ex discípulo. Ahora estaba condenado, solo para vivir en un mar eterno de pesadillas de por vida. Sobre todo por lo que sucedió hace días; ya no quedaba nada de la Secta Cang Qiong que cenizas, llamas consumiendo todo lo que tocaba mientras el ejército de Luo Bing-ge lo buscaba.

Logró salir de aquella penumbra, pero las manecillas del reloj estaban respirandole detrás de la oreja; sabía que no le quedaba mucho tiempo, Luo Bing-ge iría a buscarlo para completar su venganza, tarde o temprano, pero así sucedería.

Shen Qingqiu necesito esconderse entre las sombras. Esperar la muerte por sus heridas graves no parecía ser tan mala idea, pero no quería morir en manos de aquella vil bestia. Si se entregaba, seguramente recibirá la peor muerte de todas.

Así fue como se asentó en este pequeño albergue, junto al tierno y sobresaliente Shen Yuan, sin entender cómo es que pudo pasar.

Ha cometido muchas atrocidades en el pasado. Podía considerarse escoria sin merecer nada y de nadie, y aún así, pudo encontrar consuelo en la compañía de Shen Yuan.

One shots [JiuYuan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora