—Las tropas ya tomaron parte del reino —Yoongi se detuvo un momento—. No hubo mucho esfuerzo por parte de los soldados.
—¿Alguien lastimado?
—Algunos, tratando de proteger sus negocios.
Asentí con la cabeza, es claro que es una trampa, no me entra en la cabeza que estando tan debilitados como lo estamos hemos podido llegar tan lejos, a pasos del reino.
No sé qué plan tenga Jeon entre sus manos, pero sus soldados están siendo contenidos en Kattale, las personas en el pueblo no se han opuesto hacia nuestros soldados, lo cual me tiene un poco decepcionado, no tengo necesidad de dañar el pueblo, pero si necesito mandar un claro mensaje a mi escurridiza esposa y su querido amigo ¿Qué mejor que las personas que hacen al reino que tanto aman?
—¿Qué piensa?
Yoongi me preguntó con curiosidad, no despegué mi vista del enorme mapa situado en la enorme mesa de nuestro pequeño escondite, si es que se le puede llamar así, tomando en cuenta la enorme fila de hombres afuera en guardia junto con caballos.
—Que todo esto es solo una distracción, es claro que no planean luchar porque saben que tienen algo mucho más poderoso entre manos.
—¿Más hombres? ¿Más territorio controlado? —Yoongi frunció el ceño—. Los soldados en Kattale han estado registrando cada rincón del reino, no han encontrado nada fuera de lugar.
—No creo que le importe mucho lo que suceda con Kattale, con nosotros aquí nos tienen a su merced, aunque no lo parezca.
—¿Crees que sería correcto retirarnos?
—No me pienso retirar sin mi mujer o mi hermana.
Yoongi no cambió su expresión en absoluto, pero sé que no solo esta extraña guerra lo tiene con su mente trabajando, Shuhua se marchó por su propia voluntad con Tzuyu, sé que ambas se tienen cariño y que ella jamás permitirá que alguien le haga daño, pero Yoongi jamás confiará por completo en alguien de Belakina, a decir verdad, yo tampoco, mientras Shuhua se encuentre en manos de ellos, no estará a salvo.
—¿Alguna respuesta de Hoseok? —pregunte tomando el puente de mi nariz—. No pudieron simplemente desaparecer.
Yoongi se mantuvo en silencio, sus ojos puestos en la entrada del cuarto, su ceño se frunció, las palabras atoradas en la punta de su lengua.
¿Ahora qué?
—Solo escúpelo —dije con fastidio—. No puedes quedarte callado en medio de esta situación.
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Corona cruel
FantasyCuatro reinos Una corona Y una guerra que esta por empezar No importa lo que tengas que hacer para alcanzar tu objetivo, no importa a quien utilices o sacrifiques. Tienes que lograr llegar a donde perteneces, no te detengas, no vaciles, haz lo que t...