Veintidós

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Al ver al menor caer y no moverse, Lee corrió hacia el, insultando al auto que se había escapado al ver lo que había sucedido

—Por Dios! Jisung! Cachetitos! R-resiste! —Decía mientras le tomaba la cara y le daba suaves golpecitos para despertarlo —Alguien llame una ambulancia!! Hagan algo!

La gente que estaba viendo la escena comenzó a murmurar y dos betas sacaron sus teléfonos, comenzando a llamar al hospital

En cuestión de minutos las ambulancias llegaron, cargando a Jisung en una camilla, metiéndolo al vehículo y arrancando a toda velocidad

Al llegar al hospital, lo bajaron y entraron corriendo a una habitación, conectándolo a varias bolsas con sangre, pues había perdido demasiada

Le cortaron la ropa, revisando sus heridas y curandolo lo más rápido posible, aunque se detuvieron al oír como el monitor hacia un chillido, viendo solamente una línea en la pantalla

—Desfibrilador! —Gritó un médico y cuando le pasaron el objeto, lo frotó y lo puso en el pecho de Jisung, repitiendo la acción varias veces hasta que los latidos volvieron a verse en la pantalla, suspirando y abrazando con felicidad a su compañeros

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—Familiares de Han Jisung?

—Y-yo! —Dijo Minho mientras se levantaba de su asiento y miraba con preocupación al médico —C-como está?

—El está bien, pero... Está en coma...

Lee dió un suspiro. No sabía si sentirse bien porque esté vivo o mal porque esté en coma

—Y-yo... Puedo pasar a verlo?

—Claro, por la habitación A14

Lee le hizo una reverencia y caminó hacia la habitación. Tenía ganas de correr, pero sus piernas no le hacían caso

Entró y se acercó al menor, quien parecía estar solamente durmiendo

—Oh... Cachetitos... Mira que lastimado estás... —Decía mientras acariciaba un pequeño raspón en la frente del omega, viendo su labio roto y varios moretones en sus brazos y rostro

Al verlo en ese estado no pudo evitar largarse a llorar, cayendo de rodillas frente al chico y apoyando su cara sobre uno de sus muslos, apretando su manito y, esta vez, sin controlar las lágrimas

Estaba tan desconsolado que no notó cuando un médico entró a la sala hasta que este le tocó suavemente el hombro

—Disculpe... Creo que ya debería irse, Han necesita descansar... —Decía mientras le extendía un pañuelo y con su mano libre lo acompañaba a la salida de la habitación

Lee obedeció, pero antes de salir del hospital, volteó y tomó desesperado los hombros del mayor

—Por favor! Salven a mí chico! Pagaré lo que sea necesario, pero denle la mejor atención...

El médico se vió en shock unos segundos, hasta que agarró las manos del alfa, dándole consuelo

—Vea, usted está en el mejor hospital. Como puede ver, tenemos el mejor buffet de toda Corea y también los mejores médicos. Este hotel no es barato, y el esfuerzo que ponen en pagarlo, es el mismo que nosotros ponemos para salvar a nuestros pacientes

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