Capítulo 29.

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Secretos y verdes que hieren más que la peor de las torturas.

Brooke.

Hace un tiempo escuchando alguna de las conversaciones que intercambiaban antiguas compañeras, me convencí de que jamás nadie podría romperme el corazón, que jamás lo permitiría. Claro que no porque para que lo hagan primero debes entregarlo y yo nunca he estado dispuesta a eso.

Que ingenua fui, porque justo ahora mi corazón se hace pedazos, el dolor de las quemaduras, los golpes y todo lo demás se burla de mí ahora. Mis ojos se llenan de lágrimas y me aferro a quien ha sido mi mejor amiga durante estos meses, y quien resulta ser mi hermana.

—Calma cielo, respira.

— ¿Cómo pudo ocultarme algo así? —Oprime los labios y limpia sus propias lágrimas— ¿Por qué me trajo aquí en primer lugar?

—Eso solo él te lo dirá, pero lo conozco lo suficiente para asegurarte de que tiene una buena razón.

Niego, ahogándome con mis propios sollozos.

—Nada justifica el que me ocultara eso, joder, esa perra me lo dijo —me tomo el cabello desesperada— Ekatherina, tu padre y el suyo mataron a los míos, mis hermanos que creía muertos han estado vivos y pasando sabrá el cielo que cosas.

—Sé que es mucho que asimilar Brooke, pero debes entender que, así como Sergei y yo no tenemos que ver en eso, él tampoco.

—Cierto —acepto— pero él si decidió ocultármelo, por el amor de Dios, me dejo besar a Sergei, ¿Qué si me hubiera tenido que acostar con él?

De tan solo pensarlo se me revuelve el estómago, hace una mueca y se queda callada.

Permanezco un momento así, son demasiadas emociones, todo este tiempo ni siquiera pensé en las palabras de Rasha pero hoy, al ver a Ekatherina entrar y tenerla aquí cuidándome, preocupada, algo se sintió diferente, ella me trataba distinto, me veía de una forma... con amor genuino.

Todo fue como un puñetazo, la realidad me golpeo y le conté todo, cuando guardo silencio, supe que era verdad, que Logan me ha engañado y mentido todo este tiempo, ¿Siquiera me ama?, no lo creo, quien ama no lastima, no de este modo.

Me yergo ignorando la molestia que aún me causa la espalda, limpio las lágrimas en mi rostro y me pongo de pie, Ekatherina me observa expectante y me sigue en cuanto me dirijo al closet.

— ¿Qué haces? —me pregunta cuando comienzo a arrojar mi ropa a las maletas.

—Me largo de aquí —le digo— no puedo seguir cerca de él, y debo buscar a mis hermanos.

—Brooke...

—No puedo estar bajo el mismo techo Ekatherina, lo odio.

El corazón me duele y mi cabeza me grita ¡MENTIROSA!, puede que esté lejos de ello pero lo hare, me lo arrancare del corazón.

—Entonces vendrás con nosotros.

—No creo que eso... —niego con la cabeza y me toma de las manos.

—Eres una Sokolov Brooke, no sé cómo no lo vi antes, eres idéntica a padre —sus ojos brillan, y a mí el ácido me sube por la garganta.

—Ese hombre pudo ser tu padre y el de Sergei, pero no el mío, él fue quien me arrebato a mi madre y a mi padre, él me arruino la vida. Soy una Johnson, no una Sokolov.

—Tienes razón, lo siento —Me suelta y retrocede con el rostro contrariado.

—Oye —vuelvo tomarla— lo que él hizo no tiene nada que ver con lo que siento por ti, ni cambia el hecho de que seas mi hermana, lo eres y soy muy feliz por ello.

Némesis el origen [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora