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Shinobu se encontraba procesando lo que estaba viendo, una prueba de embarazo con dos rayitas en ella.

Su período se había retrasado por dos semanas, estaba haciendo memoria en lo que había pasado esa noche de copas. Estaba despechada, su amigo de la infancia había formalizado con su novia, ahora ella se encontraba procesando esta noticia.

Ahora que haría, no conocía al tipo con el que se acostó.

-Shinobu, ¿Pasa algo?

Ella no podía ocultarle a su hermana mayor este secreto, así que soltó un gran suspiro para abrir la puerta del baño del departamento que ellas compartían, para verla a ella y a su cuñado Sanemi.

Ambos preocupados por la repentina actitud de ella, para verla mostrando una prueba de embarazo con dos rayitas en ella.

Dando el positivo que ella tanto temía.

Se encontraban ahora llegando a un hospital privado, lejos de la escuela donde ella daba sus clases a chicos de preparatoria.

-No era necesario venir hasta acá.

-No quiero que alguna madre o padre de familia me reconozca, podrían despedirme.

Su hermana no dijo nada más, veía alrededor de no conocer a alguien de sus alumnos o peor aún, algún compañero de trabajo, pero era imposible. Hasta ver que dos de sus alumnos estaban cerca de la recepcionista.

-Shinobu-sensei.

Ella dió un saltó en su asiento, no solo por reconocer a sus alumnos, si no también ver que el hombre que estaba a lado de ellos. Era la persona con la que pasó la noche.

Ella no sabía que hacer, hasta que su hermana mayor se dio cuenta que alguien la miraba fijamente.

Por más reacciones, presentía que era el papá de ese bebé, así que tomó valor para enfrentarlo.

-Oye tú- no levantó tanto la voz - Necesito hablar contigo.

-Nee-san, no lo hagas por favor.

-Shinobu es necesario que sepa de tu embarazo.

Lo dijo tan a la ligera Kanae, que no se dio cuenta que algunos en la sala de enteraron, desde los alumnos, hasta el chico.

-Kochō Shinobu- La enfermera vio a la chica roja hasta las orejas levantar la mano- Pasé por favor.

Ella iba a cerrar la puerta, pero él se lo impidió, invadiendo el pequeño consultorio. Kanae sabía que iba a provocar que su hermana se molestara más con ella, pero era necesario para que se hiciera cargo del bebé ya qué, horas antes de ir ahí. Ella ya había decidido tener al bebé, sin recibir el apoyo del progenitor.

Ahora debía esperar, hasta que ella volviera.

Los minutos pasaban en ese consultorio, que ella ya se sentía desesperada de no saber nada de Shinobu, hasta ver que ella salía con unas hojas y unas cajitas de medicamentos.

Pareciera que eran vitaminas junto a ácido fólico.

Ella se iba a acercar, pero pareciera que el hombre que la acompaño le daba su tarjeta, ella le escribo en un papel su número de teléfono.

-Disculpen a ambas, me llamó Tomioka Giyuu, espero volver a verla señorita Kanae.

-Oh, si y discúlpeme por lo de hace rato- Ella iba a bajar la cabeza, pero él se lo impidió.

-No necesita hacerlo, con lo que dijo me haré responsable. Disculpen, tengo una reunión.

Él se retiró llevándose a los dos niños, ya instalado en su oficina estaba pensando detenidamente y recordando esa noche.

-Disculpa- Él estaba fascinado por su iniciativa- Si soy un poco brusco dime.

No lo dejo terminar porque ella había tomado la iniciativa en el acto, siendo algo atrevida y sensual. No sabía que era este sentimiento que su pecho estaba manifestando, pero se dejó llevar por el momento.

Él se olvidó por completo de que estaba en su trabajo, sintiendo sus mejillas rojas. Su asistente entro, invadiendo su pequeña soledad, no prestaba atención a lo que él le decía, pero estaba feliz dentro de lo que cabe. De que ella apareció, sabiendo que estaba por tener un bebé. 

Sus esfuerzos no fueron en vano.

Shinobu se fue todo el camino en silencio, lo peor del caso era que dos de sus alumnos la habían reconocido, esperaba que su carrera como maestra estuviera intacta l día de mañana. No se dio cuenta que ya había llegado a su casa, la cual compartía con su hermana y cuñado.

Cerrando esa puerta, empezaron las preguntas.

- ¿Por qué no nos dijiste que fue por una noche de copas?

- No era importante, por ahora solo quiero descansar, quiero hacerme a la idea de que aún tengo aun trabajo.

- Espera aún no he terminado.

- Yo sí.

Dio un portazo, ella iba a insistir, pero su esposo la detuvo, tal vez ella tenía razón quería estar sola. Con eso de que dos alumnos la vieron en un hospital un poco retirado de donde ella da clases, podría quedar sin trabajo ya que, era muy mal visto una maestra siendo madre soltera.

Ella solo se recostó en la cama, viendo detenidamente la tarjeta que él le dio, pareciera que había escuchado su nombre en alguna parte. Trato de hace memoria, hasta ver unas hojas de su instituto. Viendo su apellido en ellas.

Fue algo que la hizo caer de sentón, alarmando a sus familiares que abrieron la puerta forzándola viéndola en el suelo, con su cara asustada, pareciera que ella había visto un fantasma.

-¡¿Shinobu, que pasa?!

-El hombre... es el... presidente de mi escuela.

Kanae trato de hacer memoria, hasta que también recordó que lo había visto en algunas notas en el periódico, ahora se metieron en un gran lío. Shinobu estaba asustada, pensaba en lo peor.

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Bueno comenzamos con nueva historia, sé que me dirán que no he actualizado, pero por las lluvias en monterrey me dio mucho tiempo libre.

Inspirado en el manhwa positivamente tuya o tengo un bebé, espero les guste.

Y qué, ¿Merezco review?

Las Dos Rayitas Del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora