XII

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Shinobu no paraba de llorar, sentía el dolor cada vez más intenso, quería que alguién tomará su mano. Llegó esa persona que era su esposo y a lado estaba su madre.

-Giyuu, ¿Puedes cargarla? - Él asintió- Debemos llevarla al auto, rápido.

Él hizó caso, llamando la atención de todos, al entrar al elevador fue bajada un momento. Pero el dolor era insoportable, pero su madre no dejaba de apretar su mano.

-Suegra, aún falta una semana.

-Es normal, Shinobu y Kanae se adelantaron una semana y... -Ella fue golpeada por Shinobu.

-No te hagas la buena madre en este momento, deberías estar en tu boda.

-Tú eres más importante, Yamada-san se encargará de avisar a los invitados.

-Nunca te hemos importado y ahora estas aquí tratando de remediar los traumas que nos causastes, por favor... -Ella le costaba ya hablar el dolor era insoportable- Regresa a tu boda, Giyuu estará conmigo.

Abriéndose la puerta del elevador Giyuu buscó su auto, acomodando a su esposa en el copiloto y el corriendo hacia el otro lado. No sin antes, ponerle el cinturón de seguridad, mientras conducía un poco más rápido.

Usaba su manos libres para poder mover sus influencias en el hospital donde iba a dar a luz, siendo esperados por enfermeros con una camilla.

-Tomioka-san, tendré que pedirle que la esperé en su habitación, hay que esperar a que dilate un poco más.

-Entiendo- Tomó su mano para besarla y besar su frente- Estaré esperándote.

Ella asintió, soltando su mano para entrar, siendo preparada con su ropa de hospital y trasladada a su habitación.

Dónde el nunca dejó de tomar su mano, ella soportando el dolor.

-Lo estas haciendo bien cariño, gracias por tu esfuerzo.

No supo ella en que momento fue preparada en la habitación para dar a luz, ayudando Giyuu a levantar sus piernas. Llamado para ser vestido como era debido, Shinobu no quería empezar si él no estaba.

-Tomioka-san, necesito que puje, el bebé esta preparado para salir- Tomó la mano de él con fuerza pujando fuertemente- Eso es, un poco más, ella estaba poniendo su esfuerzo sintiendo como empezaba a sentir el dolor más intenso, pareciera que se partiría en dos- Uno más Shinobu-san.

Ella hizo casó, hasta sentir como el dolor término, escuchando el llanto de un bebé en la habitación. Su piel estaba perlada en sudor, volteando a su izquierda, estaba su esposo llorando.

-Giyuu-san.

-Gracias- Él besaba su mejilla junto a sus labios- Gracias por darle vida a mi hijo.

-Tomioka-san, puede venir a cortar el cordón umbilical- Él se asustó pero, fue motivado por Shinobu para hacerlo. Cargando al bebé, dándose cuenta que el doctor se equivocó, pensaban que era una niña- Podemos entonces llamarte Gichii, eres igual a tu madre.

Shinobu esperaba para ver a su bebé, siendo un varón con toda su cara, aunque se veía tranquilo como su esposo.

Acarició sus mejillas, para después besar su frente, Giyuu sonrió tiernamente. Esperando a que terminarán de limpiar todo para ayudarla a que descansará.

Afuera se encontraban todos los familiares de ambos, entre ellos la madre de las Kocho y su nuevo esposo. Esperando noticias de su hija, saliendo Giyuu con una cara de felicidad.

Mei comenzó a llorar en silencio, alarmando a su hija y su yerno. De verdad se estaba arrepintiendo de muchas cosas.

Giyuu entró de nuevo para verla darle pecho a su bebé, había leído de la lactancia materna todo su embarazo para llegar a este momento. Se sentía feliz y conectada con su bebé.

Las Dos Rayitas Del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora