Amable olvido

41.

—No te estreses o será más difícil que...
—El más estresado eres tú!

USA le arrojó un cojín

—Has estado mirándome una hora sin decirme nada! Y después me dices que no me estrese!
—Solo quiero que estés bien

USA suspiró

—Estamos intentando tener un hijo, se requiere paciencia. No se va a saber si funcionó de un día a otro
—Llevamos un tiempo en ello y ya mismo es tu celo nuevamente... Y no he notado nada extraño en ti
—Tal vez porque no hay bebé? Deja de fastidiarme!
—Pero...
—No tengo la constante fertilidad latina! Cállate! Déjame en paz!
—USA espera... No quise...
—Sí! —USA estalló—. El problema es mío! Ya lo sé! Déjame!
—Espera. Espera!
—Que no me embarace es problema mío!... Escogiste mal con quién querías formar una familia!

USA tomó las llaves y se dirigió a la salida

—No dije eso!
—Como si no me lo hubieran hechado en cara antes —susurró

Y se fue. Colombia lo persiguió un rato pero al final desistió. Porque en el fondo tal vez USA sí tenía razón y lo estaba culpando de cierta forma.