20. Nuevos Cambios

116 11 1
                                    

Lisa y el señor Kim están reunidos en la oficina de él, un espacio bien iluminado con estanterías llenas de libros y documentos. El ambiente es profesional y ordenado, con una gran mesa de madera en el centro y algunas sillas alrededor. Hay una ventana que deja entrar la luz natural, y en las paredes cuelgan algunos diplomas y certificados que demuestran la experiencia y logros del señor Kim.

El señor Kim, está sentado detrás de su escritorio, revisando unos papeles. Lisa, sentada frente a él, mantiene una postura atenta y profesional.

— Lisa, te llamé porque han llegado varios estudios sobre el estudio que te comenté que estoy haciendo con varios doctores y científicos, ¿lo recuerdas? — comienza el señor Kim, sin apartar la vista de los documentos. Lisa asiente, esperando más detalles sobre los resultados que han llegado.

De repente, el señor Kim cambia el tema y le pregunta a Lisa:

— ¿Estás usando protección? — la pregunta la toma completamente por sorpresa, poniéndola visiblemente nerviosa.

— ¿Por qué lo pregunta? — responde Lisa, tratando de mantener la compostura.

El señor Kim levanta la vista de los papeles y la mira directamente.

— Sus espermatozoides son más rápidos de lo normal — explica con una seriedad —. Así que las posibilidades de embarazo son más altas.

Lisa siente cómo el nerviosismo se convierte en una incomodidad palpable. Trata de procesar la información mientras el señor Kim vuelve a sus documentos. Lisa, todavía nerviosa por la inesperada conversación, responde rápidamente:

— Sí, uso protección.

El señor Kim asiente y, con un tono serio, añade:

— Más te vale, porque aún no estoy listo para ser abuelo — esta respuesta pone a Lisa aún más incómoda, tratando de disimular su nerviosismo.

El señor Kim cambia de tema de manera brusca.

— Bueno, ¿Qué necesitas? — pregunta, volviendo a su tono profesional.

Lisa toma un respiro y se arma de valor.

— Quería saber si podría darle el fin de semana libre a su hija Jennie — dice con cautela —. Tengo planeado organizar algo como una forma de disculpa por mi mala actitud.

El señor Kim se queda pensativo por un momento, dudando sobre la petición. Finalmente, después de unos segundos de reflexión, responde.

— Está bien, pero asegúrate de que sea algo realmente significativo. Jennie merece lo mejor.

Lisa asiente agradecida, sintiendo un alivio momentáneo, mientras el señor Kim vuelve a sus documentos.

— Muchas gracias, señor Kim. Le prometo que Jennie recibirá lo mejor de mi parte — dijo Lisa, mientras el señor Kim solo asintió en respuesta.

— Necesito más análisis — dijo él, abriendo el cajón y sacando un tarro de prueba —. Necesito más de tú... ya sabes — añadió, mirando a Lisa, quien tomó el tarro con las mejillas sonrojadas.

— No me mires así. Créeme, no me gusta para nada estudiar el semen de la novia de mi hija — comentó incómodo —. Es solo que necesito saber por qué, en tu caso, tus espermatozoides son más rápidos. Además, eres de las pocas personas intersexuales que pueden producirlos — explicó.

— Entiendo, no pasa nada, señor Kim — respondió Lisa, guardando el tarro en su bolsillo —. Gracias por dejar a Jennie descansar este fin de semana — el señor Kim asintió nuevamente.

Enferma De Amor (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora