Capitulo 28

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28. Junto a Noah en su casita

Hazel

Si, ahora estoy en el auto de Noah, con la peor ropa existente y con todo el pelo despeinado.

—¿Como es posible que te veas tan bien aun con el pelo todo revuelto? —pregunta aun con la mirada fija en la carretera.

No puedo ver mi cara, pero te apuesto a que estoy roja.

—No se...

La observo de reojo. Ella viste una camiseta holgada blanca y unos shorts que le llegan hasta la rodilla negros. Esta como siempre.

—Oye Ackie. —susurro tímidamente—¿Tu papá esta de acuerdo en que yo vaya?

—Si, le pregunte y me dijo que todo normal.

—Esta bien.

Ella me dedica una sonrisa cálida y continua manejando hasta que llegamos a su casa.

Ya son más o menos las nueve de la noche, no es tan tarde, pero yo estoy bastante cansada.

Noah estaciona el auto, y se baja, pero cuando estoy apunto de abrir la puerta para bajarme yo también, ella la abre primero.

—Mira como me tratas y ni siquiera somos novias. —digo sonriendo mientras me bajo del auto.

—Cuando seas mi novia te voy a coger todo el día. —hace una pausa—Digo, consentir todo el día.

—¿Por qué estás tan segura de que algún día vamos a ser novias?

—Porque si. —responde mientras camina hacia la puerta de su casa.

Me abre la puerta y entro. Esta igual que la otra ves que vine, todo muy ordenado y limpio.

La casa es muy grande, más que la mía, pero aun así se ve un lugar acogedor.

—Vamos a arriba. —me agarra de la mano y me dirije hacia las escaleras.

—Pero Noah, primero un cafesito, ¿no? —bromeo.

—Cállate.

—Cuanto amor.

Ella sonríe. Ya estamos en el segundo piso, ella se dirige a su habitación, la cual esta con la puerta abierta.

Sin soltar mi mano me conduce hasta ahí. Entramos y esta Jackson revolviendo el closet de Noah.

—¿Que haces acá?

—Estoy viendo si tienes un consolador. —responde sin mirarnos.

Se corto el pelo y sus rizos están más definidos. Se ve bien.

—No tengo un consolador, idiota. —responde—Si quieres uno pídele a Asha, ella tiene como cinco.

El asiente restandole importancia, y sigue buscando ropa en su closet.

—Hola Jackson. —saludo con entusiasmo. El voltea a verme sorprendido, pero unos segundos después esboza una sonrisa.

—Hola Hazel. —vuelve a meter unas poleras que había sacado del closet todas mal dobladas. —Suerte soportando a Noah.

Noah lo mira mal y se cruza de brazos.

—Tienes diez segundos para salir de aquí o le voy a decir a Asha que tu fuiste el que le rompió el celular. —amenaza y Jackson agarra su teléfono y sale corriendo de la pieza de Noah. Pero no se va, se queda afuera.

Estamos destinadas a perderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora