ÍDEM!: FALLEN

Capítulo XVI: Mine

A la mañana siguiente Anne fue la primera en despertar, se sentía extraña, estaba mejor que nunca pero no podía hacerse a la idea de lo que había pasado la noche anterior, y aunque entendía no fue nada malo, seguía estando fuera de lo común y de lo que ella algún día espero hacer, sin entender si se debía al hecho de que ahora era amiga de quien probablemente era la persona mas importante en todo el país, o el problema era haber pasado la noche de esa forma con una amiga.

Lo primero que hizo fue cambiarse y salir de la habitación, dando un ligero vistazo hacia Irene antes de cerrar la puerta, para después ir al pequeño establo donde había dejado a pasto la noche anterior, acarreando una cubeta con comida, dejándola justo delante de él.

Anne se quedó de pie frente al caballo, acariciándolo un poco con una mirada un poco triste, sonriendo un poco a pesar de eso —Sabes pasto... estoy un poco confundida —Comentó Anne.

Pasto como era obvio solo siguió comiendo, sabia que el animal no la entendía, y eso le hacia sentir mejor, le podría decir todo lo que siente y él no la juzgaría en absoluto.

—Bueno... a veces envidio a los animales, solo existen y sienten, no se preocupan sobre nada, no como yo, ahora tengo muchas cosas sobre las cuales preocuparme... bueno, no preocuparme porque supongo que son cosas buenas, pero esto es tan... inesperado supongo Explicó Anne sin dejar de acariciar el cuello de pasto.

Pasto hizo un sonido que Anne interpretó como de felicidad, sonriendo de vuelta.

—Si que me entiendes amigo... —Dijo acariciándolo otro segundo, para después separar su mano de él, viendo hacia la puerta, soltando un suspiro.

Irene se levantó bastante más tarde, rodando sobre la cama, acabando con la mirada hacia el techo —Mierda... que demonios hice? —Susurró —¿Se habrá sentido incomoda? ¿Habrá malentendido mis intenciones? —Decía martirizándose.

Sus palabras se vieron interrumpidas en el momento que escucho voces viniendo desde afuera del edificio, mirando a través de la ventana.

Un batallón entero se encontraba rodeando el edificio, cómo era obvio alguien había terminado informando al ejército de la localización de Irene, lo cual en cierta medida fue parte de su plan desde el inicio, pero no esperaba que sucediera tan rápido.

—Aquí vamos... —Susurró pegada a la ventana para después hacer crujir su cuello hacia los dos lados, cambiándose y tomando su arma, y caminando hacia la puerta.

Al salir tomo el pasillo hacia la entrada principal, viendo cómo todos los demás residentes la veían preocupados, siguió lentamente hasta estar frente a frente a la puerta, recargando su mano y frente en esta durante unos segundos, segundos en los cuales escucho a la gente murmurar de ambos lados, empujándola y bajando los pequeños escalones de madera unos metros delante, pisando la calle con su espada en la mano.

—Ya estoy aquí chicos, ¿Qué es lo que quieren? —Gritó hacia la pequeña multitud.

De inmediato todos levantaron sus armas y apuntaron en su dirección —Señorita Irene, le pedimos que levante las manos y no haga esto más difícil —Dijo uno de ellos con voz firme.

—Mierda... —Susurró Irene —Escuchen bien porque solo lo diré una vez —Dijo alzando la voz —No me voy a entregar, pueden argumentar lo que quieran, pero soy la única capaz de enfrentar a Eva, y les aseguro que en un calabozo eso no pasará, así que tienen dos opciones.

Mientras hablaba todos la miraban fijamente, aún con las armas en alto, aparentemente decididos a disparar a pesar de las palabras de Irene.

—Primera, dejan esta tontería de una vez, le informan a sus superiores sobre esta decisión, y todos juntos peleamos contra Eva, acabando con ella de una vez —Dijo en alto —Les aseguro que esa es la mejor opción, ella atacará Londres, arrasará todo a su paso y matará a todos y cada uno de ustedes, y hará su voluntad con lo que quede del país, y ni siquiera yo, su hermana, entiendo cuales son sus intenciones... por lo que no se que hará con sus familias cuando ninguno de nosotros este para protegerlas.