Estoy caminando de camino a casa, por la ciudad,de repente escucho un ruido detrás de mi, por instinto giro la cabeza a ver qué es o quien hay...¡Es el chico de antes! ¿¡Que coño hace siguiéndome!?
—Ehh...¡Hola!—dice
—¿¡Porque me sigues!?—digo alterada
«Psicopata»
—Ey, Tranquila, solo quiero asegurarme de que llegues bien.
Me quedo callada observándolo, es un chico de pelo negro oscuro y ojos azul claro como el cielo, lleva puesta una sudadera negra con unos pantalones negros también, se nota que va al gimnasio. Y tiene un tatuaje en el cuello de una flor.
Vuelvo a la realidad.
—¿Que llegue bien?
— Si, quería asegurarme de que llegarás bien a tu casa ya que habías bebido.—Dice con una sonrisa.
—No te conozco...—digo entornando los ojos.
Aunque si que parece que quiere ayudar... No lo conozco, ¿como se yo que no me hará nada malo?
—Ya, ni yo a ti.—Dice vacilón
«Tiene razon»
«Si te conociera el nunca te ayudaría...»
—Entonces...—digo para que el continúe.
—¿Te puedo acompañar? Solo para que llegues bien, aparte está lloviendo...Y tu estás temblando.
—Hay mucho caminando...Hay casi 1 hora...
—Da igual, así caminamos un poco.
Asiento y sigo caminando.
La verdad es que me alegro de que alguien venga conmigo, me da miedo ir sola de noche, y el aunque sea un capullo integral por lo de antes...
Yo iba borracha, ni siquiera me acuerdo de lo que yo le dije, pero lo que si me dolió fue lo que dijo el.
—Oye...—Dice haciendo que vuelva a la realidad.
—Dime.
—Sobre lo de antes... Lo siento, siento mucho aver dicho eso todo eso. No lo tendría que aver dicho.
—Yo iba borracha. Ni siquiera me acuerdo de lo que me dijistes...—Miento
Se nota que el está algo nervioso, pero en esas palabras veo sinceridad...
Es lo único que se me ocurre decir, se que si digo algo más me echaré a llorar como un bebé. Que vergüenza.
Me tiembla el labio inferior.
—Oye, ¿estás bien?
Asiento
Y me trago mis lágrimas.
...
Y así transcurren unos largos 50 minutos hasta llegar a mi piso.
A comenzado a granizar, y hace un viento terrible.
—Es aquí—digo—Gracias por acompañarme.
—No hay de que.
—Adios...
—Si, Adiós.
Aver, me da pena que se tenga que ir con este tiempo... No se puede ni caminar.
Mi cabeza me dice que lo haga.
Pero no lo conozco...
Creo que haré algo de lo que seguramente me arrepienta.
—¡Oye!—Grito a todo pulmón ya que por el ruido de la lluvia apenas se oye nada.
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Detrás de cada herida
RomanceBea es una chica, a la que le tocó una vida difícil de llevar, nunca ha tenido una buena relación con sus padres, mucho menos después de el accidente. Parece ser que la gente en la que ella cree confiar, le está traicionando. Karim un chico con una...