Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Es un círculo. Imaginalo, Saturno.
Neptuno me cuida me rodea todo es felicidad me aleja de Marte
me protege de él
estoy feliz cantando moviéndome bailando sonriendo pensando en blanco. Hasta que de repente un choque Neptuno lo amortigua pero aun así lo siento. Me giro y es Marte pero no es Marte. Neptuno lo aleja lo separa de mí porque me quiere. Me quiere tener proteger aislar
querer.
Y vuelve a intentarlo pero esta vez lo echan al suelo al espacio hacia abajo me doy cuenta de algo así que intento salir, escapar de la ronda para encontrarme con aquel Marte. Pero Neptuno no me lo permite su sonrisa se vuelve maliciosa. Neptuno se vuelve Marte. ¿Quién lo diría? Aunque intente, Neptuno no me deja. No podré porque me rodea. Es ahí cuando comprendo: Neptuno puede llegar a ser Marte. De la misma forma que marte puede llegar a ser Neptuno. Porque las personas pueden ser tan buenas como malas. Y todos pueden doler.