El planetario es mucho más grande de cómo lo recordaba.
Estuve aquí hace años, Shane aún era un pequeño y estaba emocionado por todo a su alrededor, a decir verdad, yo también. Siempre me gustó el concepto del universo, las galaxias y todo lo que no conocemos.
Hemos terminado de ver la sección de los planetas y ahora nos dirigimos a un área abierta, ahí hay telescopios donde tú puedes ver la luna, las estrellas y todo lo que haya allá arriba.
Aun no es tan oscuro así que debemos esperar un poco, en esta área hay bancas al aire libre, ciertos carteles con información del universo y una pantalla interactiva para que veas algunas fotografías que se han tomado de la luna.
Estamos sentados en una de las bancas, Stanley mira hacia arriba aunque aún no se pueden observar las estrellas y solo tenemos un cielo a medio iluminar.
— ¿Crees en los extraterrestres? —pregunta, viendo hacia el cielo.
Levanto mi mirada también. —Pues, no lo sé, solo creo que sería raro que fuéramos los únicos con vida en todo el universo, es enorme.
—Lo sé —baja la voz—. ¿Crees que se puedan llevar a alguien fuera de la tierra?
Eso me hace pensar en Corey, en como él a veces hablaba sobre ser abducido por ellos. —No lo sé, pero si existieran tal vez tengan la tecnología para hacerlo.
— ¿Y crees que sería un buen lugar? ¿Uno mejor que aquí? —sigue con las preguntas.
—No sé, pero, ¿Por qué preguntas todo esto? ¿Te gustan estos temas?
Asiente. —A veces la vida como tal no da respuestas, entonces tienes que pensar en lo que no se ve, en lo que supuestamente no existe.
Lo volteo a ver. — ¿Cómo qué? Además de los extraterrestres.
Baja la mirada a sus rodillas. —En todo lo demás, fantasmas, duendes, alienígenas, todo eso —resopla—. Incluso, tal vez, viajes en el tiempo. No sé, fallos en la realidad, dimensiones alternas.
Cuando habla no lo hace de la manera en que siempre se expresa, es como si ahora mismo estuviera mostrándome una parte oculta de él. Como la luna, como ver ese lado que no se puede ver.
Normalmente diría una broma pero no quiero terminar con este momento, no durará mucho.
— ¿Crees en lo desconocido? —pregunto.
Asiente, lamiendo sus labios. —Quiero creer que hay respuestas, aunque lógicamente hablando, no las haya.
Sus palabras golpean mi interior. Me siento así por Corey, quiero entender, aun si la explicación no tiene lógica. Solo quiero saber.
Trago saliva. — ¿Cómo que respuestas?
Parpadea rápido. — ¿A dónde va la gente después de la vida? ¿Alguien ha pedido algo tan fervientemente que se le ha cumplido? ¿Alguien ha podido regresar en el tiempo y arreglar su vida? ¿Qué pasa si alguien detiene el tiempo? ¿Lo sentimos también? —respira profundo—. Lo siento, es una tontería, solo dejo que mi mente viaje y...
—no lo es —afirmo—. No lo es, es... yo, creo que puedo entenderlo.
Me mira, con las cejas juntas. — ¿Puedes?
Asiento. —Créeme, yo también quiero respuestas que nadie me da.
Abre su boca pero luego la cierra, aclara su garganta. — ¿Alguna vez desearías regresar el tiempo para cambiar algo?
Asiento de nuevo, puedo sentir las lágrimas en mis ojos pero parpadeo rápido para alejarlas. —Sí, sin duda.
Sonríe pero de una manera triste. —Yo también.
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DESPUÉS DEL FINAL
Teen FictionCorey Evans, mi mejor amigo, ha desaparecido desde hace meses y aunque todos afirman que simplemente se ha mudado de ciudad con su papá, para mí eso no es suficiente. Él jamás se iría sin despedirse, jamás dejaría mis mensajes sin abrir en su bandej...