CAPITULO 7: QUEBRANTADO.

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El sonido de las campanas del templo a la distancia empezó a sonar sacándolo de su ensoñación, sus ojos viajaron al antiguo edifico del Dios del Comercio que se alzaba a la distancia, aun con su increíble tamaño de igual forma era opacado por el gran Coliseo donde aún se podía escuchar los gritos de las multitudes que celebraban.

Pero sin duda El castillo del Rey era el edificio más llamativo de la ciudad, alzándose sobre las murallas de la capital, brillando bajo la luz del crespúsculo vespertino y por la magia y las bendiciones que lo impregnaba, mientras que su gran sombra cubría los grandes edificios que conformaban los distritos.

La brisa del atardecer golpeo, dándole un refrescante alivio, un descanso a su cuerpo del inclemente sol del verano que azoto su piel durante todo el día. Pero en vez de concertarse en ese sentimiento, prefirió que sus ojos y mente vagaran. Y no encontró mejor manera que observar a la gente de abajo.

A pesar de que el anochecer estaba a punto de llegar, las grandes calles de la capital aún se encontraban llenas. Mares de colores y brillos se formaban, todos vistiendo lo último en moda, los aventureros lucían sus relucientes armaduras mientras charlaban animadamente de sus aventuras o las jóvenes nobles que lucían joyas que brillaban agresivamente cuando la escaza luz del sol las iluminaba, dando una vista impresionante, así eran las calles de la capital grandes mares de multitudes de diferentes colores.

Siempre le parecieron algo peculiar, era tan llamativo como molesto, si alguien estuviera en una persecución uno podría perder a su objetivo fácilmente entre los mares de las multitudes.

Sus pensamientos se justificaron cuando un chico no mayor de unos diez años se acercó con cautela a una mujer vestida ricamente de un vestido de la última tendencia hecho de las telas más suaves cubierta de joyas tan relucientes que era un dolor de ojos ver.

Cuando los guardias que la cuidaba no se dieron cuenta del joven más concentrados en vigilar la gran multitud de personas estando atentos de cualquier momento, pero su concentración, el chico se abalanzo sobre la mujer arrancando el collar de perlas de la mujer provocando un grito de pánico que hizo que los guardias salieran de su ensoñación.

El chico salió disparado tan rápido como un rayo mezclándose con la multitud fácilmente, a diferencia de lo guardias que sus armaduras le hicieron imposible pasar entre la gente, provocando una pequeña riña con algunos enanos que pasaban a los cuales le tiraron sus preciados vinos.

Su mirada se alejó de la riña fijándose en el ladrón que se encontraba a casi cuatro cuadras de la escena, observando el costoso collar no paso mucho tiempo para que un grupo de niños más jóvenes lo rodearan. Parecía que lo estaba felicitando y alagando sus habilidades.

No pudo evitar comparar esta situación con el recuerdo de sus primeros días en la capital. Realmente aun podía escuchar la risa de esos dos, mientras los guardias los perseguían.

Pero mientras su mente vagaba esos recuerdos, la puerta que daba entrada al mirador se abrió silenciosamente, una figura emergió de ella. Vestida con un elegante traje azul oscuro y una corbata amarilla, su ojo de un hermoso color esmeralda inspecciono el área encontrándose con la figura de un joven vestido con una armadura de cuero cubierta por una capa de color negro, su ojo se entrecerró.

Entonces con un paso firme y elegante, se acercó en silencio, sus pasos que debería hacer que la madera bajos sus pies crujiera no emitieron ningún ruido mientras avanzaba, pero antes que pudiera llegar detrás del joven este se dio la vuelta, frenando el paso de la mujer.

Sus penetrantes orbes rojizos se encontraron con el único ojo descubierto de la mujer, observándola.

Cuando el joven no parecía dispuesto a hablar primero la mujer rompió el silencio entre los dos, con un voz tan calmada y firme pregunto sin una pizca de amabilidad, su ojo descubierto se entrecerró amenazadoramente mientras se cruzaba los brazos sobre su pecho.

The silver wolf (Reescribiendo)Where stories live. Discover now