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Si el día de ayer le hubieran dicho que se volvería a topar al alfa loco, el se reiría diciendo que eso era imposible, pero ahí estaba Ni-ki intentando caminar para ir a la escuela con el alfa pegado a él.
- Esto es acoso, te voy a demandar. - Murmuró cansado el omega.
- Demandame. -Dijo con simpleza el chico pálido.
- ¿Puedes dejar de seguirme? Me das miedo y estoy intentando ir a la escuela. -Ni-ki se detuvo en seco viéndole con un puchero mostrando su enojo aunque eso le hiciera ver tierno.
- ¿Me vas a volver a golpear? -El alfa pálido le miró de forma intimidante con los ojos un poco rojizos. - Soy Park Sunghoon y a partir de hoy te declaro mi omega.
Ni-ki pegó un chillido espantado al ver que el alfa hablaba enserio, aunque su mirada se mostraba un poco perdida también había seguridad en ella. Intentando salir rápidamente de allí como el día anterior, señaló del otro lado de la carretera.
- ¡Mira eso! -Gritó viendo que Sunghoon volteó rápidamente a ver qué sucedía y aprovechando su distracción entonces se echó a correr despavorido por la calle pidiendo por ayuda.
Park Sunghoon le vio desde lejos con una sonrisa, su omega estaba loco y él aún más por estar detrás de él.
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