Tobio-Bebe

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"Oikawa"

El no era muy exigente en si mismo, sus padres lo habían consentido de tal manera que creía ser perfecto, eso fue hasta que conoció a el chico que lo dejo mi atrás.

Fue el mejor capitán que pudo tener su equipo aún así había alguien que estaba pisándole los talones muy de cerca al chico de pelo y ojos castaños, tenía tanto miedo de perder contra el que comenzó un impulsivo entrenamiento.

Aún así después de tanto tiempo esforzándose evito que el joven prodigio lo pasará por mucho, Oikawa se sentía morir cada que una halago se pasaba directo al menor, antes se sentía halagado el mismo de ser el ejemplo del menor, ahora solo sentía un insaciable pidió hacia el chico que tenía dos años menos que el.

Creyó haberse acostumbrado después de un tiempo pero nada de eso había pasado y solo lo comprobó cuando contra Shiratorizawa estaba jugando, el cayó al suelo por culpa de su Estrella Ushijima, lo mandaron hacia la banca metiendo al prodigio a jugar, el lo vio, vio como salían alas negras de su cuerpo y se sintió intimidado, como un ave que ya no puede volar, había sido pasado con facilidad por el.

Pero eso no basto, si no que haber sido halagado incluso por el mismo capitán del contrario.

"Colocadores como tu hay pocos Tobio-Kun, deberías pensar en venir a Shiratorizawa, estaré ansioso de tenerte en mi equipo".

"¿Cómo tú hay pocos?".

Durante días y meses esas palabras se repitieron en su cerebro hasta el cansancio, estába tan harto de lo que decían a sus espaldas por no haber nacido con el talento de ese chico, pero sabia que podía pasarlo también, entreno día y noche cuidándose todo lo que podía Para pasarlo.

"¿Me puede enseñar su colocación?".

Ese día estalló por completo, lo miro viendo el reflejo de Ushijima en el, levantó su puño destinado a golpear fuerte al menor, pero por suerte Iwaizumi estaba presente en el lugar de los echos, detuvo a Oikawa regresando lo a sentar en la banca mientras le pedía a Tobio que se fuera del lugar.

Hizo caso saliendo corriendo del gimnasio con el corazón en la boca por miedo a ser dañado por su ídolo, por otro lado, Hajime no entendía que pasaba, ayudo a su amigo a seguir entrenando pero cuando lo veía ya no estaba el chico apasionado que conocía, había algo diferente.

Sus saques comenzaron a ser más dolorosos, tanto que cuando caían en brazos automáticamente los hacia perder el equilibrio, estaba haciendo saques para que los demás los detuvieran uno por uno, hasta que llegó a Tobio, pensaba en desmontar su fuerza, dio con tantas fuerzas como le fueron posibles dándole, pero Tobio se mantuvo y la levantó.

Miraron con admiración el echo de que Tobio lo haya logrado, y entonces se dio cuenta que no solo su posición como colocador estaba en juego, le coloco una y efectiva mente, ese niño era una molestia persistente.

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Oikawa se habia graduado, pero estaba recibiendo noticias de parte de su viejo equipo, le alegraba que ahora nadie se llevará bien con el menor por ser tan autoritario.

Pasaba por las frías noches que se presentaba en ese 21 de diciembre, de pura casualidad iba hacia el panteón a ver a uno de sus abuelos y se topo con la imagen de un niño llorando hacia una tumba, a lo lejos se podía ver qué era Kageyama, se quería negar a ir a ayudarlo pero aún así asistió y fue hacia el contrario.

Tomo su hombro, el otro lo vio y siguió llorando con fuerza, Tooru lo abrazo con cuidado de no lastimarlo, miro hacia su lado derecho viendo que en la tumba estaban escritos los nombres de sus familiares, el sabia que para los seis años del menor ellos habían muerto pero no le interesaba en lo mas mínimo, pero ahora que lo veía tan destruido se tento el corazon y lo ayudo, esa noche lo llevo a casa y supo que su hermana viajaba demasiado dejando lo en esa casa completa mente solo, entendió entonces por qué era tan autoritario

Tampoco tenía el amor de alguien.

Se vio reflejado en el así que comenzó a hacerle compañía día tras días después de salir de su prepa, oro entonces salio con una noticia impresionante.

"Tobio-chan, estuve hablando con mis entrenadores y te quiero en mi equipo".

"Lo lamento Oikawa-San, pero me iré a karasuno".

"¿Que? ¿Por qué?".

"Todos en el equipo piensan entrar a jugar contigo, es más que obvio que no quieren nada que ver conmigo, incluso Kunimi, el habia dicho querer entrar a karasuno, pero cuando dije que lo haría yo también cambio de opinión".

".... Pues no seré amable, espero que seas mi digno rival..."

"Lo seré Oika-San lo juro, le daré la paliza de su vida".

"¡Jajajaja eso está por verse!".

Ojalá las risas se hubieran quedado junto a ellos.